El vestido que llevaba la legendaria actriz Audrey Hepburn en la secuencia que se desarrolla en las carreras de Ascot en "My fair lady", obra maestra dirigida por George Cukor en 1964, fue la inspiración del traje con el que María de los Ángeles Gimbernat Hernández logró alzarse como Reina del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife en 1965, siendo la primera representante de la fiesta desde el año 1936.

María de los Ángeles Gimbernat, que actualmente reside en Barcelona aunque es natural de Santa Cruz de La Palma, recuerda que representó al Casino de Tenerife en la primera gala de elección de la reina que se celebraba después de 29 años y que transcurrió en el teatro Guimerá de la capital tinerfeña. "Entusiasmada" por su madre, Toni Hernández Gimbernat, María de los Ángeles se presentó con diecinueve años como aspirante, logrando el primer puesto en aquel momento con un "traje sencillo inspirado en el modelo de Audrey Hepburn en la escena que se desarrolla en las carreras de Ascot", aunque desconoce si su hermana, que reside en Tenerife, conserva o no este atuendo. Gimbernat recuerda con orgullo y satisfacción su "reinado", al que accedió cuando estudiaba PREU en Santa Cruz para, unos meses más tarde, comenzar la carrera de Filosofía en la Universidad de La Laguna.

Gimbernat, que es profesora de inglés y ha sido traductora, recuerda que su fantasía fue confeccionada por María Isabel Coello, una afamada modista del momento cuyo taller se encontraba en la santacrucera calle de La Rosa. La Reina del Carnaval comenta que su traje llevaba también otros complementos como un pequeño paraguas, un sombrero y guantes.

Gimbernat asegura que representar al Casino de Tenerife fue un "honor" y recuerda con "felicidad" los momentos que pasó representando el Carnaval con múltiples fiestas celebradas en todos los colectivos de la ciudad como el Club Náutico, el Círculo de Amistad XXII de Enero, conocido como "El Recreo", o el propio Casino de Tenerife.

Del momento de la gala en el teatro Guimerá, Gimbernat guarda "recuerdos fantásticos", aunque "con muchos nervios", pues hay que tener en cuenta que las demás aspirantes también "eran muy guapas", rememora. De hecho, las damas de honor que acompañaron a la reina fueron Consuelo Santaella, del Real Club Náutico; Margot Mesa, representando a Pepsi-Cola; Juanita González, de la Peña Rambla, y Salomón Kort, en representación de Ni Fú-Ni Fá.

Aunque hoy en día no conserva ningún objeto, la Reina del Carnaval de 1965 asegura que recibió un colgante de oro, además de diversos detalles.

También recuerda con gran cariño las salidas nocturnas que realizó durante unos diez días tras su coronación como reina "en fiestas organizadas por todas las sociedades de Santa Cruz".

Gimbernat asegura que desconoce si su traje se conserva porque "antes no se daba tanta importancia a estas cosas, el Carnaval era entonces algo más familiar".

Gimbernat recuerda con satisfacción el homenaje que se le rindió en 2005 por la celebración del cuarenta aniversario de su nombramiento como reina, formando parte del jurado que eligió a la representante del Carnaval de aquel año.