Decenas de personas sin hogar han reclamado hoy su derecho a ser tratados como humanos "y no como mobiliario urbano, cuando no peor", en una acción en la que se mostraron enmascarados para exponer sus demandas en Las Palmas de Gran Canaria por iniciativa de Cáritas Diocesana.

Una organización social y eclesiástica que ha querido hacer visible la situación de unas seiscientas personas a las que presta su atención en la capital isleña porque carecen de techo al entender que sus casos no se resolverán si le gente no es consciente de sus problemas y necesidades y les ignora, según ha explicado el director de Cáritas Diocesana de Canarias, Pedro Herranz.

Rodeado por los sin hogar congregados para la ocasión por su organización, que, luciendo máscaras blancas que ocultaban sus rostros y carteles exigiendo derechos permanecieron diez minutos en silencio en la Calle Mayor de Triana "para que, por una vez, les vieran", Herranz ha subrayado que a estas personas no las atienden las instituciones y por eso sólo la sociedad puede ayudarlas.

Algo que no es posible conseguir actualmente en la medida en que, por lo general, ante personas con esos problemas"la gente pasa de largo y no se entera de lo que está ocurriendo", ha sostenido.

Esa denuncia suya fue repetida por varios de los propios sin techo, algunos originarios de la ciudad y otros extranjeros llegados de diferentes países, que leyeron por partes un manifiesto en el que criticaron que nunca podrán superar su situación mientras no les atiendan por ignorancia o por repugnancia a su aspecto o su falta de higiene.

A ese hecho hay que sumar el de que, cuando acuden a pedir ayuda a los servicios sociales públicos, se les exigen unos requisitos imposibles de cumplir, como que aporten su declaración del Impuesto sobre la Renta, cuando son unos "sin papeles" que pueden llevar años viviendo en la calle y "tienen suerte si conservan el carné de identidad", ha expuesto Yolanda Rodríguez, también de Cáritas.

Como responsable del Área de Personas Sin Hogar de la organización, Yolanda Rodríguez ha recalcado que las dificultades de ese tipo no solo les dificultan el acceso a una ayuda pública, sea de manutención, económica o de vivienda, sino que les imposibilitan incluso "algo tan simple como sacarse un carné de biblioteca".

Por todo lo expuesto, ha insistido en el mensaje que Cáritas Diocesana de Canarias en Las Palmas de Gran Canaria, sincronizada con las de otras 27 ciudades de toda España, ha querido trasladar, y es el de que "ser una persona sin hogar no quita ni un ápice de dignidad humana y, ni mucho menos, disminuye o cuestiona la titularidad de derechos".