A la espera de que, en breve, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife haga públicas sus conclusiones de la investigación interna sobre la compra de la casa Siliuto, en El Toscal, a EL DÍA ha trascendido la existencia de una tasación municipal previa a la esgrimida hasta ahora para criticar la operación que, pese a elaborarse tres años antes, supera esa otra en 90.000 euros.

En 1997, un técnico a las órdenes de la actual edil independiente del PP especialista en este ámbito, Ana Zurita, entonces encargada en la Gerencia de Urbanismo precisamente, y entre otras cosas, del Plan Especial de El Toscal, tasó el inmueble, que iba a ser destinado a Casa Insular de la Juventud, en 390.000 euros. Lo chocante del caso es que, tres años después, y pese al incremento constante, en torno a un 17%, del precio de la vivienda en España por la ya célebre y censurada burbuja inmobiliaria, otra tasación del ayuntamiento rebajó el valor calculado hasta los 332.496 euros.

Según diversas fuentes consultadas por este periódico, la diferencia puede radicar en que la primera tasación se hiciera teniendo en cuenta el valor del mercado, con comparativas respecto a las ventas en la zona, los alquileres y otras cuestiones, si bien se recalca que, al fin y al cabo, este tipo de análisis son, en el fondo, subjetivos y dependen de cada tasador.

Ana Zurita, por el contrario, indicó ayer que, según sus recuerdos del expediente, las tasaciones se hicieron siempre atendiendo al valor del mercado, aunque, por eso mismo, no pudo detallar más los motivos del desfase respecto a una cuestión que sí le consta que pasó por sus manos, pero sin poder dar excesivos detalles.

Tras estas dos tasaciones locales, en 2002 los propietarios del inmueble presentan una muy similar a la cifra finalmente abonada por el ayuntamiento (611.777 euros). Además, el consistorio encarga una más a Tinsa, que eleva el precio a más de 700.000.

"Defectos formales"

Fuentes conocedoras de lo ocurrido señalaron ayer que, en este caso, puede haber existido "defectos formales", pero no delictivos. Frente a esta visión, el portavoz de Sí Se Puede, Pedro Fernández Arcila, ya ha puesto en conocimiento de la Fiscalía Anticorrupción el expediente, al entender que existen claros indicios de prevaricación y malversación de fondos públicos. Además, y según sean las conclusiones del ayuntamiento tras su investigación interna, otras entidades o particulares pueden presentar también nuevas denuncias por las irregularidades que, en su opinión, se han producido en esta operación de compraventa.

Estas partes argumentan no solo que en las tasaciones se dio por hecho la aprobación del Plan Especial de El Toscal, que casi diez años después sigue sin estar vigente, sino que se consideró la parcela como solar, lo que consideran claramente falso e irregular. Las citadas fuentes, sin embargo, lo niegan, recalcan que se trata de 400 metros cuadrados de un inmueble a proteger en pleno centro de Santa Cruz y hasta sostienen que lo finalmente pagado, y pese a las tasaciones municipales, se encontraba por debajo del precio del mercado.

Estas fuentes subrayan que las tasaciones de los inmuebles dependen, en gran medida, de la gestión y aprovechamientos urbanísticos, así como si se trata de una compraventa habitual, por compensación o expropiación. En este caso, se optó por la primera.

En principio, el gobierno local hará públicas en estos días las conclusiones de su investigación y si denuncia o no lo ocurrido.

Para Arcila, y aunque con cifras mucho menores, lo sucedido con esta compra se asemeja bastante al caso de Las Teresitas, por lo que ha decidido ponerlo en conocimiento de la Fiscalía. En su opinión, "las razones por las que se incrementa al doble el precio calculado por los técnicos tiene que ver con una maliciosa valoración de los terrenos e inmueble, realizada por una entidad ajena al ayuntamiento capitalino que le adjudicaba un aprovechamiento urbanístico desmesurado e inventado con el único objetivo de poder justificar después el abono de una cantidad que doblaba la de Urbanismo".