Llegaron cuando el centro respiraba angustia. Cuando las denuncias por supuestos malos tratos a discapacitados intelectuales sacudían los cimientos del centro de Triana, en Los Llanos de Aridane. Tan solo un año después, hablar con los familiares de los residentes es darse cuenta de que San Juan de Dios ha sido capaz de cambiar la vida detrás de aquellas paredes. En un comunicado, los responsables de gestionar Triana advierten de que la clave de su trabajo es "situar a la persona como centro de todas las acciones y trabajar para su dignidad y autonomía para mejorar su calidad de vida". Subraya, además, que "la participación, la accesibilidad, la continuidad asistencial, la seguridad clínica y la gestión de procesos han sido y serán premisas fundamentales en el trabajo diario de los más de 60 profesionales del equipo multidisciplinar que trabaja en el centro".