Investigadores de la Universidad de La Laguna han propuesto que se erradique el arruí del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente (La Palma), por los daños que este herbívoro caprino origina a la flora endémica, y también piden que se controlen otras especies introducidas como la del conejo.

Esta petición la han planteado investigadores de los departamentos de Biología Vegetal y de Parasitología, Ecología y Genética de la Universidad de La Laguna y del propio Parque Nacional, después de realizar un estudio sobre los efectos de los herbívoros introducidos en este espacio natural.

El estudio ha sido publicado por la revista Biological Conservation y ayer, en un comunicado, los investigadores explican que en ese trabajo se revela que el pinar canario "es un ecosistema altamente perjudicado por cabras, conejos y arruís, que empobrecen su sotobosque y someten a una fuerte presión a varias especies vegetales endémicas de las Islas".

Los investigadores se preguntan cómo sería el pinar hace más de 2.000 años, antes de la introducción del primer herbívoro, y elucubran que probablemente habría presentado un sotobosque más denso y rico en especies vegetales como el escobón (Chamaecytisus proliferus), que posiblemente cubría amplias áreas del matorral asociado al pinar.

El efecto dañino de los herbívoros introducidos podría hacerse extensivo a los otros ecosistemas insulares del Archipiélago y, según los investigadores, "entre las cien especies amenazadas prioritarias de gestión en Canarias, el 60% son plantas afectadas por los animales herbívoros".

El estudio ha consistido en instalar de parcelas de exclusión de herbívoros, distribuidas por todo el parque, en las que se dispersaron semillas de varias especies endémicas. Cada parcela se subdividió en zonas de exclusión selectivas para cada herbívoro, además de un espacio de libre acceso y otro de exclusión total. Se ha realizado un seguimiento del número y tamaño de plantas germinadas de cada especie, comparando cada zona con las demás.

En algunas parcelas, la diferencia en número de plantas contabilizadas entre la zona de libre acceso y la de exclusión total de herbívoros llega a alcanzar la relación de uno a cien.