La constante y magnífica acción diplomática de Marruecos explicando a la comunidad internacional los verdaderos entresijos del conflicto artificial del Sahara Occidental ha hecho que en los últimos años hayan decrecido los apoyos diplomáticos, y cada vez sean menos los países que reconozcan a la fantasmagórica República Árabe Saharaui Democrática; un invento de Argelia, en su pretensión de disponer de una salida al Atlántico mediante al constitución de un Estado títere, apoyándose en su brazo armado, el pseudo-ML llamado Frente Polisario que, en absoluto, representa a la totalidad del pueblo saharaui.
Como muy bien dice en su último número la prestigiosa revista francesa "Jeune Afrique", el número de países que reconocen a la RASD "no deja de derretirse como la nieve bajo el sol". Tal es así que de los 79 países que en 1989 apoyaban a ese Estado fantasma, en 2008 había descendido a 32, y bajando..., subrayando que se trata de un logro para Marruecos, cuya diplomacia hizo de la cuestión del Sahara la "piedra angular" de su acción internacional.
"La estrategia paciente" adoptada por Marruecos a este respecto, desde la torpeza cometida por la Organización de la Unidad Africana (OUA) en 1982, de admitir a esa entidad ficticia, "dio sus frutos, ya que el número de países que mantienen relaciones diplomáticas con el Polisario ha bajado fuertemente", subraya en semanario. Téngase en cuenta que la "fabricación" del Frente Polisario y la "constitución" de la pretendida RASD se produjo en plena Guerra Fría, con Argelia claramente escorada hacia la antigua URSS (que apoyaba con decisión, política y económicamente, a todos los movimientos de liberación del mundo, sobre todo, los africanos), y hoy en día la entidad quimérica del Polisario no cuenta con ningún reconocimiento, salvo en África y en la zona de Latinoamérica-Caribe. "Albania, en la órbita soviética, el último país de Europa que todavía reconocía a la RASD, renunció en 2004", recuerda Jeune Afrique. Barbados, pequeño país del Caribe, decidió congelar su reconocimiento a la pseudo-RASD según anunció un comunicado del ministerio marroquí de Asuintos Exteriores y Cooperación. Tras ser informada de los últimos desarrollos de la cuesdtión del Sahara por una delegación multisectorial, enviada a la región conforme las altas directrices de SM Mohamed VI, Barbados "decidió congelar su reconocimiento de la RASD, en espera de los resultados del proceso de negociación" lanzado en 2007, gracias a la presentación por Marruecos de su iniciativa de autonomía.
En un comunicado conjunto, Barbados "agradece a la delegación marroquí haberla informado de los últimos acontecimientos en la cuestión del Sahara. El comunicado conjunto, firmado por parte de Barbados por la ministra de AA.EE y Comercio Exterior, se subraya, por otro lado, "la voluntad de ambas partes de profundizar en su diálogo político y reforzar su cooperación bilateral en los ámbitos económico y técnico, en el marco de un partenariado Sur-Sur. Es de destacar que Barbados es el sexto país de la región del Caribe que rompe en los últimos años sus relaciones con la entidad fantoche RASD. Un Estado fallido, antes inclusive de haberse convertido en tal.
Asimismo, San Vicente y las Granadinas ha decidido igualmente congelar su reconocimiento de la RASD. Esta decisión, según el comunicado conjunto firmado por el primer ministro, Dr. Ralph Gonsalvez, refleja la posición ya adoptada por los otros cinco países de la Organización de Estados del Caribe, así como por la mayoría de los países miembros de la CARICOM para promover la solución de este problema por parte del Consejo de Seguridad (cuya presidencia de turno ostenta Marruecos) y alentar los esfuerzos del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki moon, y de su Enviado Personal, Christopher Ross, para encontrar una solución política mutuamente aceptable. San Vicente y las Granadinas es el octavo país de la región del Caribe que ha congelado o retirado su reconocimiento a la fantasmagórica RASD. Mientras tanto, aquí, en Canarias, donde el Frente Polisario ha hecho su santuario con la anuencia de España, todavía se sigue apoyando esa causa perdida; y cuyos valedores, todos comunistoides y a sueldo de Argelia, se han aprovechado de la buena fe y confianza del pueblo canario para engañarlo, manipularlo y hacerlo cómplice de un asunto que cada vez tiene menos adeptos en la comunidad internacional.
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