El español Francisco Hervás completó ayer en el puesto número 23 la prueba de 10 kilómetros en aguas abiertas, en la que el tunecino Oussama Mellouli se colgó el oro, su segunda medalla.

En el lago urbano Serpentine, dentro del céntrico Hyde Park londinense, el mismo escenario en el que la española Erica Villaécija se llevó un diploma olímpico, Hervás, lesionado de un pie, completó la distancia en un tiempo de 1:53:27, tres minutos y 32 segundos por detrás de Mellouli, que ya había logrado el bronce en los 1.500 metros libres.

La plata en la prueba fue para el alemán Thomas Lurz, mientras que el canadiense Richard Weinberger subió al tercer cajón del podio.

A sus 30 años, Kiko Hervás afrontaba en Londres sus segundos Juegos Olímpicos, después de cerrar en el decimotercer puesto la prueba de aguas abiertas de los Juegos de Pekín 2008.

El español llegaba con confianza a la cita tras lograr el cuarto puesto en los 25 kilómetros y el sexto en los 10 kilómetros en el mundial de Shanghai, el pasado año.

Un percance de última hora lastró sin embargo el estado físico de Hervás, que el pasado martes se fracturó el quinto metatarsiano del pie izquierdo, una articulación que "no afecta especialmente a su nado", según la Federación Española de Natación, pero que le provocaba dolor en la zona.