Debió resolverse ayer, pero un inconveniente administrativo inesperado impidió que Omar Ramos firmara, al fin, la rescisión del contrato que todavía le une al Tenerife y pudiera iniciar una nueva etapa en su carrera deportiva.

El futbolista estaba citado en las oficinas del Callejón del Combate para desvincularse del club en el que se formó y con el que llegó a debutar en Primera División, pero quedó pendiente de recibir unos documentos necesarios para resolver la negociación y se vio en la necesidad de aplazarlo todo para esta mañana. Y es que la empresa que se encarga de su representación, Bahía Internacional, estaba volcada ayer con el traspaso de Santi Cazorla del Málaga al Arsenal y no pudo atender a Omar.

En cualquier caso, el culebrón de la marcha del canterano del Tenerife no pasará de hoy, salvo nuevo contratiempo. Una vez desligado de la entidad blanquiazul, el futbolista pasará a pertenecer a la SD Huesca, equipo en el que militó a préstamo la segunda mitad de la pasada campaña. Pero el conjunto de El Alcoraz no será su destino en el ejercicio venidero, ya que será cedido a un recién ascendido a Primera, el Real Valladolid.

El motivo por el que la entidad castellana no adquiere en propiedad los derechos de Omar es su falta de liquidez para fichar jugadores, problema que no tiene el Huesca, que no le cerrará las puertas al tinerfeño ante su oportunidad de mostrar sus cualidades en la máxima categoría. El Valladolid se guardará una opción para comprar a Ramos al término de la Liga 12/13. En caso de no ejercerla, el de la Punta del Hidalgo volverá al Huesca en el verano de 2013. El acuerdo a tres bandas incluye un derecho del Tenerife de cobrar una parte del hipotético traspaso de Omar, por ejemplo si el Real Valladolid decide quedárselo.

Lo que no es compatible es la continuidad de Omar en el equipo tinerfeño, ya que cobra demasiado para el presupuesto que maneja el club presidido por Concepción.