La Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) reclamó una acción urgente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para proteger a los kurdos yazidíes, que son objeto de ataques y abusos por parte del grupo Estado Islámico (EI) en Irak.

"La comunidad internacional y el Gobierno de Irak deben actuar ya para proteger a estas poblaciones de ser sometidas a más actos bárbaros",subrayó en un comunicado Karim Lahidji, el presidente de la FIDH.

Lahidji insistió en que "se necesitan medidas inmediatas para garantizar la protección efectiva de la población civil y para que la ayuda humanitaria llegue a todas las personas desplazadas".

La organización recordó que el pasado día 11 el Consejo de Seguridad de la ONU había adaptado una resolución por unanimidad en la que condenaba la opresión a la que son sometidas las minorías en Irak y advertía de que tales actos podían constituir "crímenes contra la humanidad".

Así, hizo notar que se calcula que al menos 150.000 yazidíes, miembros de una minoría religiosa kurda, han huido de sus hogares tras los ataques perpetrados por EI y están acampados en las montañas de Sinyar, sin poder hacer frente a sus necesidades básicas, tales como refugio, alimentos y agua.

Ante la situación de estos refugiados, entre los que también hay miembros de otras minorías como cristianos, turcomanos y chabaquíes, y de las informaciones sobre ejecuciones de personas de la comunidad yazidí en el Sinyar y sobre el secuestro de unas 1.500 mujeres y niñas, la ONU ha señalado que estos actos pueden suponer crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y, potencialmente, genocidio.

Por eso la FIDH instó al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas a que convoque inmediatamente un período extraordinario de sesiones con vistas a adoptar una resolución que condene los abusos cometidos y pida a la comunidad internacional y al Gobierno iraquí que actúen de manera inmediata para garantizar la protección de todas las minorías religiosas amenazadas en el país.