Una persona murió hoy y otras dos han resultado heridas en el sureste de Turquía por unos enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad durante una operación para retirar la estatua de uno de los fundadores de la guerrilla kurda del PKK, informó hoy el canal CNNTürk.

Los enfrentamientos estallaron cuando un grupo de manifestantes trataron de evitar que las fuerzas de seguridad retirasen la estatua de Mahsum Korkmaz, uno de los fundadores del grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), calificado de terrorista por Turquía, EE. UU. y la Unión Europea.

En la operación se han desplegado un gran número de agentes y cuenta con el apoyo aéreo de helicópteros, según los medios turcos.

Activistas de derechos humanos citados por el diario "Hürriyet" indicaron que el fallecido recibió un disparo en la cabeza y otros dos manifestantes son tratados en el hospital por heridas de armas de fuego.

La estatua de la discordia, de grandes dimensiones y que muestra a Korkmaz sobre un pedestal negro con un fusil Kalashnikov, se desveló el pasado sábado en el cementerio de la ciudad de Lice, en el que se encuentran tumbas de militantes del PKK.

Korkmaz murió en 1986 en una operación de las fuerzas de seguridad turcas.

Un tribunal turco de la ciudad de Diyarbakir, la capital de la provincia en la que se encuentra Lice, falló que había que retirar la estatua porque suponía una apología del terrorismo, tras las quejas de las autoridades.

La inauguración del monumento se produjo el 16 de agosto, cuando se cumplían 30 años del inicio de la lucha armada del PKK, en un conflicto que ha dejado alrededor de 45.000 muertos en Turquía.

El PKK y las autoridades turcas están inmersas en un proceso negociador que llevó a un alto el fuego de esa guerrilla en marzo de 2013, al que siguió el inicio de la retirada de los milicianos kurdos de suelo turco.

Poco antes de las elecciones presidenciales, el Gobierno turco modificó la ley para despenalizar la negociación con el PKK y la pasada semana el Ejecutivo indicó que los esfuerzos para lograr la paz han entrado en una nueva fase.

Abdullah Öcalan, el encarcelado líder del PKK, consideró la pasada semana que la negociación con el Estado turco permitirá acabar pronto con el conflicto.