Más de un millar de proyectiles y otros artefactos sin explotar amenazan la seguridad de la población civil en Gaza y dificultan el posible regreso al hogar de los desplazados internos, informó ayer la Oficina de Coordinación Humanitaria de Naciones Unidas (OCHA), sobre todo ahora que hay por delante tres días más de tregua. En un prolijo informe, la citada institución advierte, asimismo, de que más de 100.000 personas necesitan urgentemente una vivienda provisional alternativa en Gaza después de que la ofensiva israelí haya destruido 8.832 viviendas y dejado inhabitables otras 7.960. "El incidente del miércoles, en el que perecieron seis personas al estallar un artefacto sin explotar (UXO, en su denominación internacional), pone de manifiesto el peligro que supone para niños, granjeros, agricultores, trabajadores internacionales y desplazados internos el más de un millar de explosivos remanentes de guerra dispersos por áreas civiles", afirma. En el intento de desactivación de uno de ellos murió también un periodista italiano. La OCHA añadió que el número de desplazados internos no cesa de subir, y que ya son 218.367 las personas que se ha registrado en las 87 escuelas de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos convertidas en albergues. Cerca de 150.000 más se han visto obligadas a abandonar su hogar y buscar protección y acomodo en hospitales, centros gubernamentales y casas de familiares a lo largo de la Franja.