Alemania y Francia dieron ayer su visto bueno a las medidas españolas de ajuste que incluye el anteproyecto de los presupuestos 2012, recién aprobado por el Gobierno de Mariano Rajoy, en un encuentro en el que se avanzó sobre una medida para obligar a la banca a financiar sus propios rescates.

Los ministros de Economía y Finanzas de la UE concluyeron una reunión de dos días en la capital danesa en la que se produjeron las primeras reacciones nacionales sobre las nuevas cuentas españolas, después del respaldo mostrado el viernes por la Comisión Europea y el Banco Central Europeo (BCE).

La intervención más rotunda fue la del ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, quien llegó a decir en clave claramente política: "Hemos visto esta semana una huelga general, pero ésta no ha recibido tanto apoyo como para que el Gobierno español dejara de tomar las decisiones correctas".

Schäuble dijo, además, estar convencido de que España va por buen camino y comentó que "confía plenamente" en el Gobierno de Mariano Rajoy.

En términos similares se expresó la canciller alemana, Angela Merkel, al señalar su confianza en la capacidad de España de reducir su déficit fiscal al 3% del PIB en 2013 y cumplir con todos sus compromisos presupuestarios, en declaraciones al diario checo Lidové Noviny en Praga.

El otro gran actor europeo, Francia, también certificó ayer su apoyo a los recortes anunciados por el Ejecutivo español y negó que España fuese un problema para la zona del euro.

"Tenemos confianza en el Gobierno español. Hay una verdadera determinación para cumplir los objetivos, en particular de llegar al 3 % de déficit", aseguró el ministro francés de Finanzas, François Baroin.