Francia propondrá a sus socios de la UE la creación de "corredores humanitarios" o de una "zona de exclusión" en Siria, aunque de momento descarta una intervención militar, aseguró ayer el ministro galo de Exteriores, Alain Juppé.

Tras reunirse con el presidente del Consejo Nacional Sirio (CNS), Burhan Ghalioun, Juppé señaló que Francia considera a este organismo un "interlocutor privilegiado" y "legítimo" en Siria y se comprometió a proseguir los contactos con él.

En este sentido, el jefe de la diplomacia gala instó al CNS a aglutinar a todos los grupos de oposición del país y a sus minorías.

Juppé indicó que Francia está en contacto con la Liga Árabe y con el resto de sus socios en vista de un "reconocimiento más formal" del CNS.

El ministro destacó que crece la representatividad internacional de este organismo, cuyos representantes han sido recibidos en Italia, Rusia, Reino Unido, Turquía y Bruselas.

Contrapuso esa tendencia a la del régimen sirio, "que pierde legitimidad y que afronta una creciente presión internacional", como lo pone de manifiesto la resolución de la ONU adoptada con 122 votos a favor o la de la Liga Árabe de la semana pasada.