Francia recibió ayer un aviso de la agencia de calificación Fitch sobre el riesgo de que la crisis de la eurozona le haga perder la máxima calificación crediticia que le asigna, advertencia formulada un día antes del encuentro entre Nicolas Sarkozy, Angela Merkel y Mario Monti.

La nota "AAA" de Francia está justificada actualmente pero podría estar "en peligro" si la crisis de la eurozona avanza y afecta al comportamiento económico del país, declaró en su informe Fitch, que se une así a otra agencia de calificación de riesgo, Moody''s, en su advertencia a París sobre el control de su endeudamiento si no quiere perder la nota máxima.

Anteriormente también la otra de las tres mayores agencias de "rating", Standard and Poor''s, (S&P) había puesto a Francia en la lista de los países cuya calificación está en observación, ante la posibilidad de rebajarla si se agrava la situación en la eurozona.

Las tres grandes agencias someten por lo tanto a vigilancia a las cuentas galas y en particular a la capacidad de París de mantenerse en la misma primera división que Alemania, en la consideración de la calidad de su crédito y de la confianza internacional.

Y eso después de que el diferencial franco-alemán del bono a diez años alcanzara niveles récord hace una semana pero se relajara en los últimos días hasta el entorno a los 160 puntos, frente a más de los 200 a que llegó.

El aviso llegó el día antes de la reunión tripartita entre el presidente galo, Nicolas Sarkozy, la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro italiano, Mario Monti.