La organización Human Rights Watch (HRW) denunció ayer en su informe anual la mala situación de los derechos humanos en Egipto al constatar casos de torturas, abusos y encarcelamientos arbitrarios por parte de agentes del Estado.

La directora de Oriente Medio de la organización humanitaria, Sarah Leah Whitson, criticó que las fuerzas de seguridad egipcias "abusen impunemente de sus ciudadanos bajo la absurda apariencia de un Estado en permanente estado de emergencia y sin ninguna crítica de su principal patrocinador, Estados Unidos".

El nivel de derechos humanos en Egipto "es uno de los peores del mundo", declaró Leah, después de presentar el informe de 2009 sobre los derechos humanos en 90 países de todo el mundo, con especial atención a Libia y Egipto.

HRW reclamó al Gobierno egipcio que revoque su "draconiana" Ley de Emergencia, vigente desde 1981 y que restringe numerosas libertades y garantías constitucionales con el argumento de proteger la seguridad de los ciudadanos.

Esta ley es la responsable de las "graves restricciones" en sus derechos que sufren los egipcios pues ha permitido al Gobierno "silenciar la libertad de expresión o detener sin las mínimas garantías a quienes ejercen su derecho a la libre asociación o la formación de partidos políticos", dijo Leah.

Añadió que el Gobierno de El Cairo ha incumplido repetidamente sus promesas de abolir una ley que autoriza las detenciones arbitrarias y los juicios injustos en tribunales militares. Las autoridades egipcias nunca han confirmado el número de detenidos al amparo de esta ley, pero organizaciones locales de derechos humanos calculan que entre 5.000 y 10.000 personas permanecen en prisión.