Cuando se trata de hablar de alimentos con buenas propiedades, el jamón ibérico tiene su puesto de honor. Aún cuando se piense que esto no es posible debido a que su origen está en el cerdo, la realidad invita a saber que se trata de un excelente alimento para disponer de una alimentación saludable.

Elegir los alimentos que nos ayuden a que tengamos una dieta saludable, en ocasiones se perfila como un acto lamentable que nos llevará a consumir cualquier tipo de comida , pero debemos aprender a diferenciar que comer sano no es igual a comer aburrido.

El jamón ibérico posee una gran cantidad de vitaminas y minerales que lo han llevado a formar parte de los alimentos con mayores propiedades nutricionales a destacar, sin embargo, hay que ser conscientes que ésto solo se conseguirá al elegir una versión de buena calidad y que haya pasado por el correcto proceso de curación.

Los Fabricantes y Productores de jamones utilizan métodos para conseguir que las piezas frescas de cerdo se conviertan en este exquisito manjar, que puedes comer de forma diaria, pero sin abusar. La recomendación es que unos 40 gramos al día serán más que suficientes.

Dentro de las opciones que se tienen a disposición, se cuentan los jamones ibéricos de cebo y de bellota, los cuales han pasado por un proceso de crianza que se diferencia en sus alimentos, pues los de cebo consumieron alimentos comerciales, mientras que los de bellota se engordaron con hierbas y productos del campo.

Sin embargo, la presentación de las piezas sigue siendo de muy alto nivel a sabiendas de que se trata de un producto que es muy demandado en nuestro país, tanto por las familias que desean disfrutar de comidas ricas en casa, como por los centros de gastronomía profesional.

Aportes nutricionales

Lo primero, es decir que dentro de su composición contienen una buena variedad de minerales, dentro de los que se cuentan el hierro, fósforo, magnesio, zinc y calcio. De la misma forma, están presentes algunas vitaminas de los grupos B, E y D.

El jamón ibérico procedente de cerdos criados bajo el sistema de bellotas es muy bajo en calorías, haciéndolo un acompañante ideal para el día a día. En cuanto a las grasas, éstas son insaturadas, lo que ayuda a proveer de energía, y a trabajar en favor de la reestructuración a nivel celular.

En torno al proceso de curación, lo realiza de forma natural, con lo que se evita tener que hacer uso de conservantes o colorantes que intervengan y alteren sus buenas propiedades. Por otro lado, las proteínas contenidas en su carne son fácilmente asimilables, lo que es un buen añadido en torno a las capacidades digestivas del organismo.

Contra las enfermedades

Aunque no se debe pensar que actuará con la misma eficacia que un medicamento, existen ciertos aspectos que vale la pena mencionar en torno al consumo de jamón ibérico.

En primera instancia, las grasas contenidas son similares a las del aceite de oliva, lo que hace que su consumo ayude en la producción de colesterol bueno en contraposición al colesterol malo, que es el que causa mayores problemas de salud.

Igualmente hace falta señalar que las proteínas son un aliado para combatir la osteoporosis. El hierro también actúa en el control de la hemoglobina, haciéndolo apropiado para los casos de anemia, por lo que es recomendable su consumo tanto en niños como en adultos.

El zinc es un elemento que permite tener un mejor nivel de concentración y retención, por lo que los niños en edad escolar podrían consumirlo como un apoyo para sus actividades diarias.

Con todo esto, no cabe momento para comentar que es mejor que el consumo de jamón ibérico no solo se reserve a momentos especiales. Su inclusión en el desayuno, que es la comida más importante del día, ayudaría a absorber mejor todas las calorías necesarias, logrando afrontar con mejor nivel todo el esfuerzo y desgaste físico que nos espera durante el resto del día.