El servicio de estudios del BBVA advirtió ayer de que el ajuste de las necesidades de financiación llevado a cabo por España se está haciendo de una manera "traumática" por sus consecuencias sobre la inversión y el empleo, en lugar de producirse "de manera ordenada y virtuosa".

En su "Observatorio Económico" publicado ayer, dedicado a las necesidades y fuentes de financiación de la economía española, BBVA Research indica que, dentro de este proceso de ajuste del endeudamiento, la disminución de la inversión nacional está teniendo "efectos negativos" en términos de destrucción de empleo, debido a que la reducción de la deuda se está haciendo "de forma perniciosa" para el crecimiento y la creación de puestos de trabajo.

Además, advierte de que todo ello se está produciendo en un contexto de "credit-crunch" (contracción del crédito) que puede intensificarse aún más, tal y como anticipan las tensiones financieras actuales y las elevadas primas de riesgo. En estas circunstancias, añade, resulta "particularmente preocupante" la financiación de los vencimientos de la deuda exterior española previstos para 2012, que sumarán hasta 414.000 millones de euros, así como las nuevas necesidades netas de financiación (27.500 millones).

Por todo ello, el BBVA apuesta por sentar las bases para llevar a cabo el proceso de reducción de la deuda de forma más ordenada, en un contexto de crecimiento y con mercados de financiación a largo plazo abiertos.

Para ello, dice que es necesario recuperar la confianza de los mercados en la economía española y, en este sentido, aboga por sanear "de forma completa, definitiva y rápida" los balances bancarios, "minimizando totalmente el coste para los contribuyentes".

Fomentar el ahorro

"Este saneamiento debe realizarse sobre los activos que verdaderamente constituyen un riesgo bancario. Debe ser un procedimiento riguroso, transparente y creíble y tener como objetivo la reapertura inmediata de los mercados de financiación mayoristas y el acceso a la liquidez necesaria para no estrangular el crecimiento", subraya el servicio de estudios de la entidad vasca.

Asimismo, afirma que el ajuste fiscal de las administraciones públicas españolas debe continuar, no solo para aumentar el ahorro nacional, sino también para despejar las incertidumbres de los mercados financieros internacionales sobre la consecución de la estabilidad presupuestaria.

Junto a este aumento del ahorro público, BBVA también considera necesario incentivar la misma tendencia en el sector privado, y la mejor manera de hacerlo es, según el banco, mediante el aumento de la renta disponible de los hogares y del excedente de explotación de las empresas.

Al mismo tiempo, apuesta por llevar a cabo las reformas estructurales necesarias para crear cuanto antes empleo y favorecer la "reasignación" de factores productivos hacia los sectores y empresas con mayor dinamismo, retos que considera "urgentes".

Respecto a la balanza de pagos española, BBVA Research señala que durante los cuatro años que se llevan de crisis ha experimentado "un fuerte proceso de ajuste. Mientras que al final de la expansión económica España contaba con un déficit corriente del 10% del Producto Interior Bruto (PIB), situándose muy por encima del registrado por otros países europeos de su entorno, en 2010 se redujo en algo más de la mitad, hasta el 4,5% del PIB".

Este importante ajuste del déficit corriente español ha sido de los más elevados de los observados en el continente y tan solo semejante al experimentado en Irlanda (4,9 puntos porcentuales). "España se ha situado en niveles de déficit similares a los registrados por Italia y Francia, y muy por debajo de Portugal o Grecia", indica el banco, que prevé que este año se continuará corrigiendo el desequilibrio exterior, "aunque a un ritmo posiblemente menor".