Al término del único entrenamiento que realizó ayer el Tenerife, el secretario técnico del club, Alfonso Serrano, mantuvo una reunión con Quique Rivero en el césped de El Mundialito. Por los gestos del jugador, dio la impresión de que el dirigente no le estaba transmitiendo buenas noticia. Dados los casos recientes de Juanjo y Ayoze, a los que Serrano aconsejó que cambien de equipo, surgió la sospecha de que Rivero se podía encontrar en el mismo caso. Pero el cántabro negó que la charla tuviera tal contenido. En realidad, el encuentro giró en torno a la posibilidad de que Quique sea inscrito como futbolistas del filial, tal como ocurrió la pasada campaña, informó la Ser. De esta forma, el Tenerife podrá ahorrar algo de dinero.