El checo Peter Sagan sumó hoy su tercer segundo puesto en lo que va de Tour de Francia, y estuvo más cerca que nunca de sumar su primer triunfo en la presente edición, que le arrebató por un tubular el italiano Matteo Trentin.

"Llegará mi día", aseguró el ciclista del Cannondale, confiado en que sumará el quinto triunfo en su tercera participación en el Tour.

"Queda mucha carretera por delante y espero que la suerte me sonría", señaló el checo, mucho menos feliz y dicharachero que en anteriores etapas.

Sagan fue segundo en la primera etapa por detrás del alemán Marcel Kittel, que también le arrebató la victoria en la cuarta.

"Cuando gano la gente se queja porque gano fácilmente y cuando no gano les parece extraño. Lo que pasa es que ganar en el Tour no es nada fácil", aseguró el hombre que porta el maillot verde de la regularidad.

A sus tres segundos puestos, el checo suma otros tres cuartos y una quinta posición, la peor de las etapas en lo que va de Tour a las puertas de que comience la montaña.

Sagan es un ciclista con mucha punta de velocidad, aunque no suficiente para vencer a los grandes "sprinters". Pero supera mejor los puertos que los llegadores natos, lo que le otorga muchas opciones de triunfo en etapas algo accidentadas como la que hoy llevaba hasta Nancy.

"He tratado de atacar en la última subida pero no lo he logrado, así que me la he jugado al ''sprint'' y he estado cerca de conseguirlo", aseguró.

Muy cerca, porque la victoria se dirimió en apenas dos centímetros y fue necesaria la "photo finish" para determinar el nombre del ganador.

"En ningún momento he celebrado el triunfo, sabía que era muy ajustado y he esperado a que lo dijeran de forma oficial", señaló el checo.

"Estoy muy cerca de conseguir la victoria, me falta ese punto extra que te la da", agregó.