"Agradecido, honrado y muy emocionado". Así confesó sentirse el pasado viernes el coleccionista de arte alemán Hans Rudolf Gerstenmaier -"me gusta que me llamen Rodolfo", asegura- durante el acto organizado por CajaCanarias para presentar la muestra de parte de su colección de pintura flamenca que podrá visitarse hasta el próximo 7 de julio en la Sala María Rosa Alonso de La Laguna. El fondo artístico de este empresario hamburgués, enamorado de España desde hace cuarenta años, está considerado uno de los más valiosos del país en el ámbito privado. Anima a los tinerfeños acudir para "ver un auténtico joyero con veinticinco pinturas de enorme belleza firmados por los grandes maestros del Flandes de los siglos XV, XVI y XVII".

Se emocionó tanto el viernes que casi llega a las lágrimas.

Siempre me emociono mucho, pero en esta ocasión aún más porque estoy muy agradecido a la Obra Social y Cultural de CajaCanarias y en concreto a su responsable, Álvaro Marcos Arvelo, por haber apostado por traer mi colección a La Laguna. Canarias es muy importante en mi vida. Ya estuvimos en 2005 con otras obras, pero lo que tenemos aquí, en esta sala tan bonita es un auténtico "joyero" fuera de serie, lleno de bellezas. La pintura flamenca es uno de los pilares del fondo junto a la española del siglo XIX, cuyas piezas más importantes están expuestas ahora mismo en Gijón.

"La clave del coleccionista no es tener dinero sino buen gusto" dijo el viernes el experto en arte Matías Díaz para referirse a usted. ¿Está de acuerdo con él?

Matías es un gran amigo y un extraordinario maestro en el arte. No hace mucho que nos conocemos y llegué a él para hacer una simple consulta, pero a partir de ahí se estableció la conexión. Hay amistad y una manera parecida de entender el arte. La verdad es que lo hemos pasado en grande colaborando. Estoy totalmente de acuerdo en que el dinero -aunque obviamente hay que tenerlo- no es suficiente para coleccionar bien.

En esta línea, ¿qué valora a la hora de comprar una obra? ¿Entiende usted de arte?

Empiezo por la segunda pregunta. Con los años aprendes, pero ni soy un sabio o un experto ni pretendo serlo. Me guío a la hora de comprar por el ojo, el corazón y los consejos de los amigos que saben como Matías. Te puedes equivocar fácilmente y este no es un juego de niños porque una pieza no cuesta dos mil euros. La clave es que las obras tengan una continuidad y una línea recta en cuanto a géneros y estilos porque si intentas abarcar mucho, te pierdes. Cada vez es más complicado porque la oferta es enorme y crece más, aunque los conocimientos de los coleccionistas no sean tan amplios, por desgracia.

Defiende que "coleccionar es enseñar". Explíquelo.

Para mí coleccionar nace del alma y es una vocación de poner al arte al alcance de todas las personas que lo aman. Así entiendo lo que empezó como una afición. Coleccionar puede ser un veneno, pero siempre un veneno dulce. No concibo y me parece ridículo atesorar cuadros y guardarlos en un banco porque para eso me compro pisos. Supone una enorme satisfacción conseguir una obra bonita y deseada, Lo que pretendo es que luego el visitante reaccione para comprobar qué le transmite. A la isla he traído una muestra de lo que tengo, por lo que quiero que los canarios la disfruten. Les invito a venir porque hemos puesto, otra vez, una pica en Flandes.

¿Prevé ampliar sus fondos?

Sí, pero ahora con mucha tranquilidad. Ahora es todo más complicado que al principio porque hemos conseguido un nivel muy alto y hay que mantenerlo. Yo he tenido grandes obras en mi casa y por diversas circunstancias las he perdido.