El "Diccionario de americanismos", esa gran obra que durante varios años han preparado las Academias de la Lengua Española, es ya una realidad. El próximo 5 de abril se presenta el compendio lingüístico en Valparaíso (Chile), dentro del Congreso Internacional de la Lengua que se celebrará en esa ciudad latinoamericana.

Con más de 70.000 entradas y más de 120.000 acepciones, el "Diccionario de americanismos" es "una obra ingente" que contiene la descripción "más completa del léxico americano" que se haya hecho hasta ahora.

"Nunca se ha hecho un Diccionario como este. Es un primer acercamiento serio a la totalidad del español de América", afirma Humberto López Morales, director de este gran proyecto y secretario general de la Asociación de Academias de la Lengua Española. Editada por Santillana, esta obra lleva un "Índice sinonímico" que, según López Morales, "es único en cualquier diccionario del mundo".

Palabras como "tonto" y "borracho" tienen más de 300 sinónimos, y otras relacionadas con la sexualidad o lo escatológico tampoco andan muy lejos. También se dicen de múltiples formas en cada país sustantivos como "niño" o verbos como "morir" o "matar" a alguien.

Pero quizá la que se lleva la palma es la palabra "tonto" y su variante "bobo", que aparecen juntas en ese amplio índice sinonímico.

Así, "abismado", "abombado", "agilado", "asnúpido", "bachilín", "cabeceburro", "cabeceduro", "cachirulo", "caído de la hamaca", "cocoliso", "guacarnaco", "guachinango", "lentejo" o "majiriulo" equivale a decirle a alguien que no anda sobrado de inteligencia, aún con cariño.