El archipiélago está formado por islas. Esa es la realidad geográfica. La ley electoral canaria está formada por islas. Esa es la realidad política. Pese a ello hay quien todavía se sorprende de que en Canarias exista un fuerte componente insularista en la vida pública. José Miguel Bravo de Laguna, el presidente del Cabildo de Gran Canaria, se ha desecho de la bandera del PP, bajo cuya sombra ha habitado cómodamente durante largos años, para apuntarse a la defensa de su isla. Dice que la defiende de Tenerife. ¿Si? Bravo se ha marchado del centralismo pero sigue utilizando su discurso. La división de Canarias ha sido una de las armas que con más eficacia manejó siempre la burocracia de Madrid. Cuanto más divididos estén los canarios, más débiles son. A veces no basta con cambiar de chaqueta, también hay que cambiar de cerebro.