La prestación canaria de inserción es la ayuda que una familia sin recursos recibe cuando ya se han acabado todas las ayudas posibles. Estamos hablando de familias donde todos sus miembros están en paro o donde hay varios hijos con discapacidad, al cuidado de un único progenitor.

En Canarias hay 45.000 familias en esta situación. Y solo unas 3.500 reciben la ayuda. Bueno, lo de recibir es una intención, la reciben tarde y mal. Entre 9 y 10 meses para cobrar poco más de 400 euros. Esa es la realidad. En estos días he conocido casos terribles y muy difíciles de asumir por una mente normal. Una madre con dos hijos discapacitados y sin trabajo. Una mujer, víctima de violencia de género, que lleva 3 años en la calle... Se levantan todos los días y llaman al número de información del Gobierno, a ver si ha habido suerte y ya tienen la ayuda. Y no la tienen. Y así día tras día. Da vergüenza. Un asunto que debíería ser urgente está a la cola de las prioridades. Y no solo es un problema del Gobierno de Canarias, no.

Los ayuntamientos también tienen su lado oscuro. Cuando un ciudadano va a pedir esta ayuda, le dan mil excusas para retrasar la petición: lo siento mucho, no hay trabajadores sociales, no está abierto el plazo, venga dentro de tres meses. Y así pasan los días. Qué miseria...