1.- Creo que fue en los 80 cuando estuve en el estadio "racaná", en Río, a ver un partido de fútbol. Lo comento, a propósito de las terribles imágenes que acabo de ver en el campo de Curitiba, durante un encuentro de la primera división brasileña. Me acompañaba, entre otros amigos, nuel Luis Medina, "El Minuto", paz descanse. Estábamos tan tranquilos presenciando el match y, sobre todo, disfrutando del am-biente, cuando la bella guía que nos acompañaba se acercó a nosotros para recomendarnos que nos pusiéramos a cubierto. "¿Y por qué?", le dije, "con el buen tiempo que hace". "Pues porque aquí, en este estadio, los de arriba mean a los de abajo", me dijo. Los estadios en Brasil, a no ser las zonas vips, que me parecen una pasada (con restaurantes incluidos), son un desastre y te expones a quedar en medio de dos aficiones que se están matando; y un par de cachetones se pueden escapar. Yo creo que en Curitiba, cuyas imágenes circulan por todo el mundo, la policía actuó tarde deliberadamente. Para que las bandas hicieran primero el trabajo sucio. Luego los agentes lanzaron gases lacrimógenos.

2.- Si este es el panorama que nos espera, si el de Brasil va a ser un Mundial donde va a imperar la intimidación y el pánico, es mejor no celebrar el campeonato. Además, a mí me repatea que Cristiano le pueda meter un gol a Casillas, porque a esto le llamo yo una guerra civil, una lucha fratricida. No me gusta que los míos rivalicen, aunque sea por un país; el de cada cual. A la vista de lo de anteayer, es impensable que las autoridades brasileñas puedan mantener con garantías el orden público. Y miles de compatriotas tienen ya sus entradas y sus billetes para Brasil. l asunto.

3.- Brasil es un país en el que la policía trabaja por la mañana y atraca bancos por la tarde. Esta imagen no se ha borrado en las veces que he estado allí. Que ha vivido una historia apasionante, porque incluso fue, en tiempos, una monarquía. No voy a estar en el Mundial, por dos razones: porque ando corto de posibles y porque ya los viajes trasatlánticos no me interesan. Parodiando a Juan Padrón, mi querido amigo, diré que Brasil está muy lejos para ir a almorzar. Pero recomiendo a todos los espectadores que se resguarden de las meadas que vengan del anfiteatro superior.

achaves@radioranilla.com