España ha pasado de ser un país receptor de inmigrantes a un país emisor de emigrantes. La estadística oficial así lo confirma: por segundo año consecutivo, el número de personas que se marchan al extranjero supera al de los que llegan, lo que ha derivado, a su vez, en el segundo descenso de la población española. Solo Canarias continúa presentando un saldo migratorio positivo con el exterior y, apoyada en ese fenómeno, se resiste aún a la disminución de su cifra de residentes.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó ayer las Cifras de Población a 1 de enero de 2014 y la Estadística de Migraciones de 2013, que, aunque contienen datos provisionales, apuntan a que el Archipiélago recibió el año pasado 21.566 personas procedentes del extranjero, mientras que 16.628 dejaron la Comunidad Autónoma. Pero el balance positivo tiene sus matices: entre los canarios con nacionalidad española fue más frecuente la emigración (4.476) que la inmigración (3.217).

Más de medio millón de personas -547.890- tomaron rumbo desde España a otros países en 2013. De ellas, 468.584 tenían nacionalidad extranjera y 79.306 eran españolas. Al territorio nacional se incorporaron 291.041, de las que 33.393 eran españolas y 257.648 de otras nacionalidades.

Cuando se analizan los movimientos entre comunidades autónomas, Canarias también es más receptora que emisora: salieron 15.962 personas y entraron 19.116. En este caso, no es la única región con saldo favorable, pues también lo registran Madrid, Baleares, Murcia, País Vasco, Cataluña y La Rioja, además de la ciudad autónoma de Melilla.

La caída de la inmigración no es la única causa de la merma de población que ha experimentado España. También ha contribuido el declive de la natalidad, que deja el país muy cerca del saldo vegetativo negativo, aunque los nacimientos siguen superando a las defunciones por 36.719.

Aunque la diferencia es la menor desde al menos 1975, Canarias mantiene los alumbramientos por encima de las muertes. Este saldo positivo, sumado a la llegada de inmigrantes, explica que la población haya crecido en 9.757 habitantes entre 2013 y 2014, un 0,46%, hasta situarse en los 2.114.989. Canarias y Baleares (0,47%) son las únicas comunidades autónomas que han visto aumentar su cifra de residentes. También lo ha hecho Melilla, aunque de forma casi imperceptible (0,06%).

Otro de los fenómenos que constatan la estadística del INE es el progresivo envejecimiento de la población, al que las Islas no se sustraen. Así, el grupo de edad entre 0 y 14 años ha perdido 1.131 personas -pese a que los que tienen entre 10 y 14 se incrementan en unos mil-, mientras que los de entre 15 y 44 años son 5.316 menos que a 1 de enero de 2013. En cambio, se ensancha el grupo de 45 a 64 años (8.012 personas más) y el de los que tienen más de 65 (5.004).

Las Cifras de Población son los datos oficiales que se facilitan a todos los organismos internacionales. Su base son los censos de población y viviendas que se realizan cada diez años -el último es de 2011- y se ajustan con otros instrumentos estadísticos, como el padrón. Esta es la razón por la que ambos registros presentan algunas diferencias.

De hecho, el avance de la estadística del padrón continuo, difundido por el INE hace unos meses y también referido al 1 de enero de este año, recoge para Canarias un leve ascenso de la población (un 0,8%), a diferencia de las Cifras.

El Archipiélago ganó 9.757 habitantes durante 2013, lo que supuso un aumento de la población del 0,46%. Solo Baleares y Melilla acompañaron a Canarias en este incremento de su cifra de residentes.