La abrupta salida de los populares del Gobierno canario deja 38 puestos clave vacantes para la gestión de la Comunidad Autónoma. El nuevo Ejecutivo nacionalista debe ahora buscar quien ocupe los cargos -o suprimirlos para redistribuir el trabajo, que ahora mismo todo es posible- mientras que su ex socio de gobierno queda libre para criticar más las actuaciones que emprenda en solitario.

Por lo pronto, el primer vacío que debe llenar Rivero en el Gobierno es el del máximo responsable de la Consejería de Economía y Hacienda -y hasta ahora vicepresidente regional-, José Manuel Soria. Se trata del área que dirige la política económica de la Comunidad y que propone, en consecuencia, el contenido de la ley de las cuentas autonómicas, si bien los fondos propios que manejan son más bien escasos dentro de las cuentas canarias (en torno a un 2% de los 7.500 millones de euros del presupuesto canario de 2010).

Además, también es responsable de los programas de actuación, inversiones y financiación de las empresas públicas de la Comunidad, así como de los programas de inversiones públicas que se ejecuten en Canarias como compensación del hecho insular en obras de infraestructura y telecomunicaciones.

La otra gran área que está en manos del PP es la Consejería de Sanidad, que hasta ahora viene dirigiendo Mercedes Roldós. Tiene atribuidas las funciones en materia de salud pública, asistencia sanitaria y ordenación farmacéutica.

A diferencia del resto de los departamentos que gestiona el PP, Sanidad controla una muy importante cantidad de recursos económicos -cerca del 40% de todo el presupuesto regional-, lo que equivale a unos 2.700 millones de euros.

Por fondos asignados, la siguiente consejería popular en importancia es la de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, en manos de Pilar Merino, que también controla fondos cercanos al 2% de las cuentas regionales.

Este departamento se encarga, entre otras funciones, de dirigir y coordinar las políticas sectoriales, imponer sanciones por infracciones muy graves en la materia, ejercer la potestad expropiatoria en el ámbito del departamento e incoar y resolver los procedimientos de responsabilidad patrimonial que le correspondan por su materia.

Finalmente, la Consejería de Turismo, bajo el mando de Rita Martín, controla menos del 2% del dinero de la Comunidad Autónoma. Se trata del área encargada de ejecutar la política turística de Canarias a fin de orientarla hacia la consecución del modelo de desarrollo promovido por las Directrices de Ordenación del Turismo, según explica el propio departamento. Además, es responsable de impulsar la participación del sector privado en la política turística.

El PP también deja vacantes dos viceconsejerías en Economía, otras dos en Agricultura y otra más en Turismo. Además, quedan libres seis direcciones generales dentro del área de Economía, tres más en Agricultura, siete en Sanidad y dos en Turismo. También quedan sin responsables las secretarías técnicas de las cuatro áreas, además de la Intervención de Economía.

Asimismo, de esta última consejería depende la dirección del Instituto Canario de Estadística (Istac), mientras que de Sanidad depende el Servicio Canario de Salud (SCS), el Instituto Canario de Hemodonación y Hemoterapia (ICHH) y la Escuela de Servicios Sanitarios y Sociales de Canarias.

De Agricultura dependen el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA) y el Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA).