La gerente de la la Empresa Mixta de Aguas de Santa Cruz de Tenerife(Emmasa), Paula Soriano, explica el papel que tiene la tecnología y la sostenibilidad en el día a día de la empresa, que ofrece servicio a los más de 200.000 habitantes del municipio.

El trabajo de Emmasa, integrada en el Grupo Sacyr, se centra en la captación, tratamiento y distribución del agua potable, así como la depuración y reutilización del residual, el mantenimiento de las infraestructuras hidráulicas y la resolución de averías, entre otras muchas cuestiones enfocadas a gestionar el ciclo integral del agua de la manera más eficiente.

La tecnología está presente en nuestro día a día, pero ¿qué papel juega la I + D + i en la gestión diaria del ciclo integral del agua?

Una de las prioridades del trabajo que realizamos en Emmasa es mejorar de manera continua los índices de calidad y eficiencia. Vivimos un momento en el que resulta fundamental aplicar nuevos procesos y métodos de trabajo que nos permitan reducir y hacer un uso más eficaz de los recursos, algo para lo que la evolución de la tecnología, es clave. Por ello, en los últimos años nuestro objetivo es adaptar nuestros sistemas y herramientas tecnológicas, para que sean interconectables entre sí, y dar el salto a la industria 4.0, implementando el BIGDATA. Un proceso que nos permite analizar los datos masivos con los que trabaja la entidad, ayudando a la toma de decisiones y gestionar el ciclo integral del agua de una forma más rápida y eficaz.

Esta forma de trabajo pone a nuestra disposición los elementos necesarios para mejorar distintos aspectos de la gestión, desde la eficiencia energética hasta la optimización de reactivos, entre otras cuestiones.

¿Considera que la tecnología puede propiciar un modelo de gestión más sostenible?

Por supuesto, cuanto mayor es el nivel de tecnología e información, mayor es la eficiencia con la que se gestiona la actividad. EMMASA trabaja en concordancia con los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), haciendo hincapié en la sostenibilidad, garantizando el equilibrio entre el crecimiento económico, el cuidado del medio ambiente y el bienestar social.

¿Cómo trabaja la compañía para lograr esos objetivos de desarrollo sostenible?

Principalmente, trabajamos en dos líneas fundamentales de actuación; por un lado, realizar acciones de concienciación, recordando a la ciudadanía de la importancia de hacer un uso responsable del agua, mediante diferentes actividades como son charlas y difusión de consejos de consumo responsable a través de múltiples canales de comunicación, entre otras.

La otra línea de actuación como hablaba antes, es la tecnología, para analizar los distintos procesos del ciclo integral e introducir mejoras que permitan hacerlos más eficientes y sostenibles, por ejemplo, reducir el consumo energético o sustituir este o parte del mismo por energía de fuentes alternativas, que permiten reducir la emisión de CO2 a la atmósfera.

Esta apuesta por reducir el consumo energético, que incluye también el uso de fuentes de energía alternativa, ¿se ha implantado ya en la empresa?

Sí, hemos apostado por la energía fotovoltaica, instalando un total de 869 paneles en los últimos tres años, que se encuentran ubicados en cuatro de nuestras instalaciones. Estos paneles nos han permitido producir energía limpia, evitando la emisión a la atmósfera de más de 320 toneladas de CO2 al año, el equivalente a las emisiones de más de 100 vehículos.

De esta forma disminuimos la emisión de gases de efecto invernadero. Se trata de una importante medida contra el cambio climático, que se encuentra alineada con el desarrollo de iniciativas específicas en las que la compañía sigue trabajando para el aprovechamiento de los recursos, con la premisa de minimizar el impacto del ser humano en el planeta.