En 1999 surge el Círculo de Empresarios y Profesionales del Sur de Tenerife (CEST), fundado por Pedro Suárez (Gomasper) y del que Roberto Ucelay (Urbanización Playa de Fañabé) es su quinto presidente y quien ahora desarrolla su segundo mandato.

¿Qué es el CEST?

El Círculo es una asociación de empresarios, autónomos y profesionales de todos los sectores procedentes de los nueve municipios comprendidos entre Fasnia y Santiago del Teide. Es un colectivo multisectorial que trabaja para potenciar la actividad entre asociados y para defender intereses comunes, de forma que vehiculizamos los asuntos sectoriales a través de las patronales específicas.

¿Por qué es necesario el Círculo de Empresarios y Profesionales del Sur?

Es un lugar de encuentro en el que el sector económico de la comarca se reúne para debatir temas de interés general. Entre ellos, sobre las infraestructuras que llevan décadas sin ejecutar o sobre la necesaria simplificación normativa que permita la renovación o puesta en marcha de una actividad o infraestructuras públicas y privadas de interés para la comarca y para Tenerife.

Decía que el ámbito territorial es el Sur, pero su historia reciente va un poco más allá.

Nuestra máxima es aportar propuestas fundamentadas a problemas existentes y problemas futuros. Nuestro objetivo es sumar, ser más representativos, aunar apoyos y lograr mayor participación del máximo número de operadores que tienen intereses comerciales y profesionales en nuestra comarca. Cualquier iniciativa, procedente de cualquier ámbito, que beneficie a nuestros asociados y a la comarca cuenta con nuestra atención e implicación.

Como ejemplo, las caravanas desarrolladas en demanda de medidas para asegurar la sanidad y la reactivación económica en tiempo de pandemia...

Nuestra acción ha sido aportar ideas y propuestas a la administración en todos sus ámbitos. El objetivo era y es que nos ayuden a minimizar el impacto del cierre, total o casi total, en muchas actividades, como la restauración, el ocio nocturno y el turismo activo. Esas actividades llevan muchos meses en semáforo rojo.

En esa línea, el Círculo también responde a los asociados en este tiempo de covid con la puesta en marcha de servicios.

Sí. Hemos creado servicios internos de importancia para nosotros. Hay una línea de asesoramiento gratuito para los asociados en materia laboral, derecho concursal, administrativo, fiscal, tributario, civil y mercantil. Todo ello, de tal forma que el asociado puede realizar la primera consulta gratis para orientar su problema de forma privada. Llevamos una época de muchísimo trabajo, pero con la satisfacción de que es cuando mejor ha funcionado el binomio público-privado. Este mundo va muy rápido y entre nuestros objetivos está ayudar a la administración en beneficio de todos.

El CEST, por tanto, sirve de cauce para demandar y plantear soluciones que requiere la situación actual.

Así es. Hay administraciones con mucho interés por conocer los problemas de lo privado para desatascarlos, dicho en términos de fontanería, pero hay muchas otras que no tienen el más mínimo interés y se sitúan cada día más lejos de la realidad económica y ciudadana.

¿Roberto Ucelay es consciente de que la relevancia del CEST crece según lo hacen los problemas de la comarca?

El sur de Tenerife necesita fuerza e impulso y el CEST destaca como una herramienta potente y eficaz de participación, información y reivindicación que nuestros asociados pueden y deben usar para hacer llegar sus inquietudes con el peso que hace falta para que se nos escuche, se nos entienda y, finalmente, se nos atienda más y mejor. Lamentablemente, por su dependencia del turismo, el sur de Tenerife es la zona más afectada en esta situación muy, muy, muy complicada. No tener ingresos ni actividad ha requerido que nos empleáramos muy mucho para enfocar y priorizar los temas de interés. Que las iniciativas surgidas de este Sur hayan sido útiles para el resto de Tenerife y de Canarias es un honor, porque la filosofía del CEST es colaborar y contribuir.

Los asuntos relacionados con el litoral son de los más complejos para la comarca. ¿Tiene expectativas con el anunciado traspaso de las competencias en materia de Costas desde el Gobierno central al canario?

Este martes mantuvimos una reunión con el consejero de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial, José Antonio Valbuena. Le trasladamos nuestros problemas históricos y nos pusimos a su disposición para ayudar, dentro de nuestros recursos, a que esa transición se realice cuanto antes. Nos trasladó que la situación será complicada desde el punto de vista administrativo, porque no hay una colaboración permanente con Costas, una administración que, en muchos casos, ha trabajado de espaldas al ciudadano y con poco interés en mejorar nuestras zonas de baño y facilitar la mejora directa de las infraestructuras turísticas con playas artificiales. Cuanto antes se produzca la transferencia de esta competencia habrá un salto de calidad, desde la perspectiva del servicio administrativo, con el doble objetivo de mejorar infraestructuras, para el uso gratuito por el ciudadano, y para mejorar playas y servicios en el mar, un pilar fundamental de la oferta que atrae a clientes de alto gasto en destino. Eso genera economía y empleo. Conseguiremos así que la actividad diaria en las playas genere lo que llevan décadas consiguiendo en la Costa del Sol y el resto del país.

Siguiendo con el futuro, ¿se está haciendo lo que se debe para la llegada de la reactivación económica comarcal?

En nuestra opinión, salvo contadas excepciones, la administración se aleja más de autónomos, mciroempresas, pymes y resto del empresariado. Ello, al margen de la instrucción europea de acelerar la simplificación y la digitalización administrativa. A pesar del decreto de simplificación normativa del año pasado, su utilidad es escasa y sigue habiendo proyectos importantes paralizados a la espera de informes. No tiene sentido que teniendo la iniciativa privada profesionales altamente cualificados, la administración siga siendo la garante total de todas las iniciativas. Será complicado avanzar por ahí. Mientras, casi 14 meses después de iniciada la pandemia son muchas las empresas que tiran la toalla porque no llegan las ayudas de peso. De hecho, las aportaciones económicas que el Gobierno canario comprometió a finales de febrero siguen sin ser entregadas. Y cada mes hay que pagar la Seguridad Social, nóminas, proveedores, tributos... Aquellas empresas que tienen algo de actividad, claro. Esto pinta mal.

El CEST cuenta con unas 1.200 empresas asociadas de forma directa e indirecta. ¿Se siguen sumando?

Hay quienes se han dado de baja, porque han tenido que dejar la actividad, y hay quienes se incorporan si cumplen los Estatutos del Círculo de Empresarios y Profesionales del Sur de Tenerife. Además de los servicios que hemos mencionado, en el CEST contamos con un departamento centrado en las nuevas subvenciones y estamos a punto de lanzar un proyecto de comercialización que emplea códigos qr individuales, un sistema de puntos y una tarjeta de pago digital para fomentar la actividad entre asociados a través de una red de contactos común para favorecer la interacción entre quienes formamos el CEST.