Sin lugar a dudas, el hito más importante de la bibliografía canaria es la edición en la ciudad de París de la obra Historia Natural de las Islas Canarias (Histoire Naturelle des Iles Canaries 1835-1850), del botánico inglés Philip Barker Webb y el naturalista y etnólogo francés Sabin Berthelot. Es una extensa trabajo que comprende materias de antropología prehistórica, etnografía, geografía, botánica y zoología, acompañadas de un excepcional atlas cartográfico y botánico de estas islas, aunque no es el estudio más antiguo. El geógrafo y naturalista Alexander Von Humboldt fue el primero en ofrecer, en el año 1814, un cuadro de la distribución de las comunidades de plantas en Canarias, singularmente en la vertiente septentrional de Tenerife: la zona baja, que él llamó región de las viñas, tal como la conoció en el valle de la Orotava; la región de los laureles, la región de los pinos y la flora de cumbre. En 1815 exploraron las Canarias el geólogo Buch y el botánico Christian Smith. De sus observaciones, publicadas en 1825, resultó una ligera modificación de la clasificación humboldtiana. La publicación de Berthelot vio la luz treinta y cinco años después de la aparición del Ensayo de Humboldt y un cuarto de siglo más tarde del antes expuesto cuadro de los pisos de la vegetación de Tenerife. Sin embargo, fue Berthelot quien llevó a cabo el primer estudio importante de fitogeografía sobre Canarias. Es ya un trabajo maduro para el que pudo disponer de un dilatado periodo de tiempo, durante el que hizo observaciones sobre las zonas climáticas, temperaturas, condiciones atmosféricas, suelos, orografía y altitudes, como circunstancias determinantes del cuadro de la vegetación de las Afortunadas, tal como él lo conoció en aquel tiempo. Para Berthelot el archipiélago canario merecía la consideración de «región botánica» propia, tomando en cuenta las diferencias que existen en la orografía de cada isla, la variedad de los accidentes del suelo, la estructura de las montañas, la disposición y orientación de sus vertientes y los cambios de temperatura a lo largo del año, en cuanto factores generadores de la variedad de la flora y de la distribución fitostática. El gran naturalista francés fue el autor de los primeros mapas y de los primeros perfiles fitográficos representativos de las zonas de vegetación y de los territorios que ocupan las comunidades de plantas en las dos islas de mayor altitud, Tenerife y La Palma. Son cartas de rigurosa elaboración que ofrecen una visión de conjunto de las comarcas botánicas y, por otro lado, señalan la ubicación particular de numerosos endemismos en ambas islas.

Otros naturalistas y botánicos comoGünther Willi Hermann Kunkel o Eric Ragnor Sventenius trabajan también en las islas realizando abundante trabajo de campo y editando importantes tesis y publicaciones científicas sobre la riqueza biológica y zoológica del archipiélago canario.

Philip Barker Webb (Surrey, 10 de julio de 1793 - París, 31 de agosto de 1854)

Fue un botánico inglés. Recolectó plantas en Italia, España, Brasil y Portugal, siendo además el primer europeo en recolectar en las montañas de Tetuán (Marruecos). Durante 20 años trabajó en colaboración con el marsellés Sabino Berthelot, quien se había establecido en el archipiélago canario, en la elaboración del noveno volumen de Historia Natural de las Islas Canarias.

Philip Barker Webb nació en Milford House en el seno de una saludable familia aristocrática. Estudió idiomas, botánica, geología en Harrow y en Oxford. En sus múltiples viajes vivió en España, Italia, Portugal, Brasil y Marruecos. Sin embargo Webb es más conocido por su trabajo en las Islas Canarias: en uno de sus viajes a la expedición de Brasil, Webb planeó hacer una breve visita a las Islas Canarias, pero esta escala se alargaría finalmente por un tiempo considerable. Durante ese tiempo en las islas (entre 1828 y 1830), recolectó especímenes del lugar y colaboró con Sabino Berthelot en la elaboración de la obra enciclopédica Historia Natural de las Islas Canarias. El texto llevó 20 años para completarse y contó con la colaboración de otros especialistas, como Justin Pierre Marie Macquart, Alfred Moquin-Tandon y el botánico Carl Heinrich Bipontinus Schultz. Después de su parada en Canarias regresó a Brasil.

Sabin Berthelot (Marsella, Francia, 4 de abril de 1794 – Santa Cruz de Tenerife, España, 10 de noviembre de 1880)

Fue un naturalista y etnólogo francés, residente en las islas Canarias durante gran parte de su vida y coautor de Historia Natural de las Islas Canarias junto al botánico inglés Philip Barker Webb. Entre 1819 y 1820 se estableció en La Orotava, Tenerife, donde llegó a dirigir entre 1824-1826 el Jardín Botánico del Puerto de la Cruz, fundado por el Marqués de Villanueva del Prado. Desarrolló una gran labor investigadora en Canarias, en los campos de la Botánica, de la Historia, de la Antropología aborigen y de la Etnografía, y esto se refleja en una serie de sólidas publicaciones que contribuyeron a que la comunidad científica europea pusiera el punto de mira en las singularidades de las islas Canarias. Con su colaborador, Philip Barker Webb, recorre las Islas Canarias durante varios años recogiendo datos de campo, que fueron la base para la publicación de la Historia Natural de las islas Canarias, que en varios tomos y un atlas, se publicó entre 1836 y 1850. En 1847 regresó de nuevo a la isla como cónsul de Francia en Canarias. De esta segunda estancia en Tenerife es su obra Antigüedades canarias, publicada en París en 1879, apenas un año antes de su fallecimiento.

Eric Ragnor Sventenius (Eric Ragnor Svensson Sventenius, Skirö, Suecia, 10 de octubre de 1910 - Gran Canaria, 1973)

En 1931, Eric Sventenius se traslada a las islas Canarias y en 1937 se traslada a Teyá, Barcelona, retornado a canarias, en 1952 trabaja para el Jardín Botánico de la isla de Tenerife (Jardín de Aclimatación de la Orotava), en un puesto especial dependiente del Ministerio de Agricultura. Durante todo el tiempo que Sventenius estuvo en las islas fue un investigador incansable recorriéndose cada palmo de las islas buscando nuevas especies de la rica flora canaria aún no clasificadas, desempolvando los estudios de otros botánicos que en épocas anteriores, habían hecho trabajos sobre la flora canaria y estaban olvidados, acogiendo a equipos de científicos de todo el mundo que a su llamada acudían con laboratorios portátiles completos para el estudio de la flora canaria. Pero la gran idea de toda su vida fue la de crear un Jardín Botánico de flora canaria, continuando la labor que hacia dos siglos había iniciado el gran José Viera y Clavijo. Había que recopilar toda la riqueza botánica de las islas en un solo lugar. Exponerla tal y como está en la Naturaleza, evitando en lo más posible cualquier artificio. Los terrenos para su deseado Jardín Canario en Tenerife no terminan nunca de comprarlos. En esos momentos un grupo de representantes del Cabildo Insular de Gran Canaria se enteran de la situación, y tomando conciencia de la gran idea de Sventenius, se envía a un representante que toma contacto con el botánico percatándose de su gran categoría moral, humana y profesional. Acude Eric Sventenius a Gran Canaria y acepta el encargo de crear el Jardín Canario en la isla de Gran Canaria. Después de un tiempo de búsqueda del emplazamiento más idóneo se decide instalarlo cerca de la capital al lado de la carretera que la une a Tafira. Empieza manos a la obra Sveentenius instala su oficina en una cueva del terreno, estando al frente de todo, del trazado de los senderos, de la elección de las piedras en las canteras, para los edificios y los bancos, de los especímenes que se tienen que plantar, en suma del más mínimo detalle. De este modo el Jardín Botánico Viera y Clavijo fundado en 1952, puede abrir sus puertas al público al cabo de unos años en 1959. Durante este tiempo y hasta su muerte en accidente de tráfico cerca del jardín en 1973, Sventenius fue el director del jardín botánico, no dejó un momento de seguir investigando en la flora canaria y de ser un asiduo colaborador botánico de la universidad.

Günther Willi Hermann Kunkel (26 de septiembre de 1928 Mittenwalde, Alemania - 6 de agosto de 2007 Vélez Rubio, España)

Fue un naturalista, botánico y explorador alemán, investigador y escritor científico, profesor de Botánica y Dendrología, estudioso de la flora de las Islas Canarias, entre otros lugares.

En junio de 1964 se establecerían en Gran Canaria, fijando su residencia en la localidad de Tafira Alta, y estudiando su flora desde 1964 hasta 1977. Trabaja en el estudio de la flora de las Islas con el apoyo de diferentes entidades como El Museo Canario, el Jardín Botánico Viera y Clavijo o el Cabildo de Gran Canaria. Realiza el estudio de más de 100 especies endémicas y descubre algún taxón nuevo.

En 1973 promueve el primer Congreso Internacional Pro Flora Macaronésica (en el que participaron más de 70 investigadores de 30 instituciones de 13 países) que aprobó un Programa de Conservación a desarrollar en la Región Macaronésica, finalizado en 1974. Colaboró con la Asociación Canaria de Defensa de la Naturaleza en la elaboración de un Inventario de los recursos naturales de las islas de Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote. Fue un destacado promotor de las declaraciones como Parques Nacionales de Garajonay (La Gomera), 1981, y Timanfaya (Lanzarote), 1974, y de la Ley de Espacios Naturales de 1987, y las declaraciones de Reservas de la UNESCO. Desde 1967 hasta 1977 editó desde su finca de Santa Lucía de Tirajana los “Cuadernos de Botánica Canaria”, 28 números, junto con suplementos y monografías, así como la revista “Botánica Macaronésica”, que ha sido obra de consulta imprescindible en el ámbito de la botánica macaronésica, incluyendo numerosas aportaciones de los más destacados especialistas de la flora canaria. Los cuatro primeros números aparecieron al amparo de la Sociedad Científica El Museo Canario y, a partir del quinto, con el patrocinio del Cabildo Insular de Gran Canaria.