El mundo editorial se rindió desde hace décadas a la belleza y la naturaleza de las Islas Canarias, un territorio de portada al que han dedicado reportajes tanto publicaciones nacionales como extranjeras donde nuestras aves o el pico del Teide se miden a paisajes como el de Yosemite, en Estados Unidos, o cualquier especie endémica autraliana.

Francamente, sin canguros nos ha ido bien. Pero a nuestro favor tenemos ocho islas que recogen casi todos los hábitats conocidos y una exhibición geológica que arranca en las antíquisimas rocas de la cumbre de la montaña de Famara, donde se han encontrado algunos de los fósiles más antiguos de Canarias, para hundirse en el fondo marino con el jovencito volcán Tagoror, en la isla del Hierro, territorio que, por cierto, este último año ha ocupado más portadas y páginas en prensa que durante toda su historia a consecuencia del éxito de la serie de Movistar Hierro, con un importante número de canarios delante y detrás de las cámaras. El surf, el senderismo, las pruebas ciclistas de Lanzarote o las concentraciones de equipos o selecciones nacionales de diversas disciplinas deportivas han llevado el nombre de las islas por todo el planeta a lomos de revistas y periódicos pero también ahora, en el universo digital, en redes sociales a diarios digitales.

¿Qué decir de los fondos marinos? Desde la Barra de Las Canteras al litoral de Los Gigantes, las islas ofrecen una vida submarina exuberante que atrae cada año a miles de aficionados al buceo, viajeros que acaban rendidos ante tanta belleza descansando en alguna playa -canaria- de arena dorada que conocieron, seguramente, por alguna revista. Y es que todo vale cuando sólo te quieren decir cosas bonitas.