Miguel Villarroya: «Queremos que los empleados se sientan orgullosos»

Arona Gran Hotel, Vulcano y Bitácora conforman Spring Hoteles, un grupo de capital español que opera únicamente en el sur de Tenerife

Miguel Villarroya, CEO de Spring Hoteles.

Miguel Villarroya, CEO de Spring Hoteles. / El Día

Isla que les ha visto crecer y de la que no tienen intención de salir. Para dar servicio a las más de 1.000 habitaciones que poseen, cuentan con 600 empleados que, en palabras de su director general, Miguel Villarroya Adell, “son la esencia de nuestro proyecto”.

Queremos conocer un poco más a fondo cómo se gestiona a tantos empleados y cuál es la clave para reclutar y retener un talento que parece que cada vez cuesta más encontrar para una industria que es la base de la economía de nuestras islas.

“Lo fundamental es ser una empresa atractiva para el talento, que puede tener muchas formas y colores, teniendo en cuenta que un grupo como el nuestro demanda no sólo personal en hostelería sino también en alta dirección y muchos cargos intermedios”, afirma Villarroya, quien explica que “la compañía opera desde 1985 y en estos casi 40 años nos hemos ganado el respeto y una buena reputación que nos convierte en un foco de interés para clientes y trabajadores que quieren aprender creciendo junto a nosotros. Tenemos un salario emocional y social que es atractivo para la retención del talento, la gente valora la tranquilidad que le da una empresa seria como la nuestra, que lleva muchos años gestionando bien y le ha permitido desarrollar un proyecto de vida.”

El grupo invirtió en 2022 cerca de 17 millones de euros en personal, sumando salarios y políticas de empleo, destacando proyectos como la Universidad Spring, que se encarga de formar de manera gratuita a todos los empleados para garantizarles la posibilidad de ir ascendiendo en la compañía según sus intereses y necesidades. “A la hora de reclutar buscamos perfiles completos, que sumen habilidades innatas para el servicio al cliente, como la amabilidad, y habilidades propias del puesto, aunque supongo que esto es lo que buscan todas las empresas dedicadas a los servicios”, destaca Villarroya.

¿Está costando conseguir personal cualificado en estos tiempos?, preguntamos. “Es evidente que no hay suficiente personal cualificado, y una de las razones es que hay un problema de vivienda en las islas. Mucha gente que volvió a sus lugares de origen después del COVID no ha vuelto porque es difícil conseguir una vivienda, debido en parte a que muchos propietarios han dedicado las viviendas a uso vacacional, que les resulta más rentable.” Sobre este tema reconoce que es algo que entiende perfectamente, “si una persona con una vivienda en explotación puede sacar 4 veces más pasándose al vacacional, por qué no va a hacerlo, todos tenemos derecho a explotar nuestros recursos de la forma que más nos convenga”. Y resalta que la industria hotelera está en conversaciones con las instituciones “para animarles a que dediquen espacios públicos para construir viviendas que ayuden a solucionar el problema”, e incluso explica que desde Spring Hoteles se está elaborando una estrategia a futuros contemplando la opción de ofrecer vivienda a sus empleados. “Lamentablemente, los municipios del sur de la isla no han desarrollado vivienda de protección oficial en los últimos años”, concluye.

Spring Hoteles cuenta en Tenerife con más 1.000 habitaciones y 600 empleados

En cuanto a la formación, afirma que hay escuelas suficientes y ayudas públicas para obtener profesionales preparados para entrar en la industria turística, pero el problema está en que falta gente que quiera formarse. “Creo que es un problema de dignificación de los puestos de trabajo en hostelería, del sector servicios en general. Lo vemos en la falta de conductores de camión, camareros, en la construcción… La gente no lo percibe como un trabajo digno, es más una falta de educación y toma de conciencia porque son empleos que permiten crecer, progresar, viajar por todo el mundo y llegar a vivir muy bien.”

También nos adentramos en el problema de paro juvenil, un auténtico quebradero de cabeza en nuestras islas, que se encuentran a la cabeza de Europa en desempleo y que a pesar de haberse reducido en el último año continúa por encima del 36%. “La percepción de las nuevas generaciones con respecto a la empresa tradicional ha cambiado, tenemos que cambiar y buscar medidas que se adapten a las necesidades de los jóvenes. Tenemos que aspirar a convertirnos en empresas con un propósito claro de mejorar la sociedad y compartirlo con nuestros trabajadores, para que ellos contribuyan con su esfuerzo a mejorar el mundo en el que vivimos. Hay que entender que las empresas ponen el foco en la rentabilidad pero al mismo tiempo deben perseguir también objetivos no económicos desde una visión social más integradora. Además las nuevas generaciones son más hedonistas, no funcionan tanto por la cultura del esfuerzo; y esto no es mejor ni peor, es diferente.” Aquí destaca temas a revisar como el presencialismo, la flexibilidad de horarios, la búsqueda de valores conjuntos… “Hay que entender al personal desde una perspectiva muy diferente a cómo era hace 10 años, buscando seducir a este talento entendiendo su forma de interactuar con el mundo.”

Por otra parte, destaca, el problema al que se enfrentan los mayores de 50 años a la hora de buscar empleo en otras industrias, no se da en la turística. “La industria turística siempre ha valorado mucho la experiencia. En nuestra compañía, y creo que en el sector en general, es un perfil al alza. Son profesionales más sosegados y su experiencia además de dar un servicio excelente al cliente sirve para formar a los jóvenes que entran.”

Villarroya afirma que actualmente están contratando en Spring Hoteles para diferentes departamentos, así que preguntamos qué es lo que puede ofrecer su grupo a aquellos que buscan empleo. “Ofrecemos unas condiciones de trabajo por encima de convenio, dedicamos una inversión importante al cuidado del personal, les damos formación gratuita para que sigan creciendo; pero además garantizamos equipos bien formados con responsables cualificados que ejercen de formadores. Estamos en constante proceso de lograr compartir los valores de empresa con los valores propios del empleado, teniendo en cuenta que la clave del éxito de una empresa como la nuestra es el buen servicio que se da al cliente y lo que esto hace por nuestro destino. Y esperamos crecer en la próxima década, por lo que necesitaremos compañeros de viaje que quieran progresar a nuestro lado. Por otra parte, estamos siempre a la última en materia de innovación tecnológica y social, pensando en una estrategia de crecimiento continuo que nos lleva a pensar a largo plazo porque nuestra idea es trascender, no sólo obtener dividendos, buscando mejorar el destino Tenerife.” Y concluye: “Queremos que los empleados se sientan orgullosos de pertenecer a la familia Spring”.