Investigar qué especies forrajeras son más adecuadas para su desarrollo en Canarias y qué beneficios pueden tener en la ganadería isleña. En esta labor llevan años enfrascados los investigadores de la Unidad de Producción Animal de Pastos y Forrajes en zonas áridas y tropicales del Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA), que depende de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno de Canarias. Su objetivo: aportar conocimiento para conseguir que el Archipiélago pueda ser cada vez más autosuficiente en la producción de la alimentación para el ganado. Un problema que ahora trae de cabeza a muchos profesionales del sector por el encarecimiento de los piensos y forrajes como consecuencia de la guerra de Ucrania.

Pilar Méndez, investigadora y directora de la unidad, explica que el equipo –conformado también por Sergio Álvarez, María del Rosario Fresno y Alexander Torres– aborda estas investigaciones de manera multidisciplinar. Se estudian especies comerciales pero también autóctonas como la tedera o el tagasaste para determinar el potencial que pueden tener en el Archipiélago. Al estudio agronómico de las variedades –que analiza su germinación, comportamiento y factores nutritivos– se une después el trabajo de análisis sobre los indicadores de salud de los propios animales que las consumen y de las propiedades de los productos ganaderos que se obtienen de ellos.

El ICIA estudia el aprovechamiento de especies como los tajinastes o las tederas

En estos momentos, la unidad está desarrollando dos proyectos que están llevando a cabo en colaboración con otras instituciones. En uno de ellos se aborda cómo afecta el consumo de forrajes canarios como la tedera y el escobón en la incidencia de parásitos intestinales de los baifos. También se estudia la idoneidad de la hoja de tunera como posible alimento tras sufrir antes un proceso de fermentación.

Por otro lado, el proyecto Ganaechium estudia el aprovechamiento de varias especies de tajinastes con alto contenido de omega 3 y 6. Su objetivo es determinar si su inclusión en la dieta de los pollos y las cabras puede facilitar la producción de huevos y leche con mayor cantidad de estos ácidos grasos.

Analizan el comportamiento de las vaierdades y su efecto en los animales

La intención es que los resultados de estos estudios puedan trasladarse al campo canario. «El ICIA siempre está dispuesto a responder a la llamada de cualquier agricultor o ganadero», recalca Méndez, quien considera determinante que Canarias incremente la superficie que dedica al cultivo de forrajes, aunque es consciente de que existen muchas dificultades debido a cuestiones ortográficas y socioeconómicas.