El fracaso de las licitaciones paraliza 33 obras públicas en Canarias en lo que va de año

Los contratos desiertos en los primeros meses de 2024 superan los 22 millones de euros

Los costes y los bajos precios ofertados ahuyentan a las empresas

Obras en una calle del Archipiélago.

Obras en una calle del Archipiélago. / Carsten W. Lauritsen

La incapacidad de la Administración pública para encontrar empresas interesadas en ejecutar los proyectos ha obligado a pulsar el botón de pausa en otras 33 obras durante 2024. Los contratos desiertos en lo que va de año superan los 22 millones de euros y afectan a trabajos de todo tipo: rehabilitación de espacios públicos, renovación de áreas urbanas, infraestructuras pluviales, mejora de accesos y hasta la construcción de centros de enseñanza. La causa de tantas licitaciones fracasadas es la misma que ya se sufrió en 2022 y 2023: la crisis inflacionaria. La patronal de las grandes constructoras del país, Seopan, viene avisando que los precios de la energía y de los materiales de obra –cemento, madera, aluminio, acero...– siguen, en general, muy por encima de los valores precrisis, esos en los que se movían en 2019. Es verdad que en 2023 los precios de los materiales de construcción parecieron estabilizarse, pero no es menos cierto que en el sector casi dan por descontada una nueva escalada de costes a lo largo de 2024.

En el caso de la Administración autonómica, es decir, el Gobierno de Canarias y todo su entramado de entidades y organismos dependientes, entre el 1 de enero y el 24 de mayo de este año –este último viernes– quedaron desiertos, en su totalidad o en parte –hay licitaciones que se dividen en dos o más lotes–, seis contratos de obra. Seis contratos o convenios por un montante global de más de seis millones de euros. Una de estas licitaciones fracasadas es la de las obras de reforma y acondicionamiento de la delegación de la Agencia Tributaria Canaria en Lanzarote, que se ofertaron por casi 613.000 euros –y esto sin incluir impuestos– pero que no encontraron adjudicatario. Es este un ejemplo perfecto de lo que viene ocurriendo, ya que una empresa se ofreció a ejecutar los trabajos a un precio más alto. La mesa de contratación le pidió a esta empresa que aclarase su oferta, ya que no se ajustaba, cabe insistir, a los términos de la licitación. Y la constructora contestó, tal como consta en la resolución en que se declara desierto el contrato, que no se trataba de un error: «Se comunica al órgano de contratación que los precios de licitación son inferiores a los de mercado y que la oferta inicialmente propuesta, superior al precio de licitación, no está equivocada».

Hay proyectos financiados con fondos europeos que también se han visto estancados

En el ámbito autonómico también resultaron desiertos en los primeros meses del año el contrato para la reforma y acondicionamiento del colegio de Gran Tarajal, en Fuerteventura, valorado en cerca de 482.000 euros; uno de los lotes del contrato para la instalación de placas fotovoltaicas en varios centros de enseñanza de Lanzarote y Fuerteventura, cuyo importe total supera los 413.000 euros; el convenio para la sustitución del revestimiento de madera de las pasarelas exteriores del edificio Múltiples II de Las Palmas de Gran Canaria, ofertado por unos 351.000 euros –siempre sin incluir impuestos–; y el de los trabajos para reubicar la instalación de almacenamiento y suministro de gasoil del Hospital Universitario Doctor José Molina Orosa de Lanzarote, licitado por prácticamente 230.000 euros. Además, hay también dificultades para adjudicar cuatro de los 16 lotes del macrocontrato –su valor estimado supera los 4,3 millones– para el acondicionamiento de un total de 27 centros públicos con el objetivo de que puedan acoger el primer ciclo de Educación Infantil.

Con todo, es en la Administración local –cabildos y ayuntamientos– donde está el grueso de las licitaciones desiertas en el arranque de 2024. Un total de 27 contratos de obra para los que no se han encontrado adjudicatarios y que suman la friolera de 16,6 millones de euros. Entre estos figuran el convenio para los trabajos de mejora del Centro Cívico-Cultural de Carrizal, en Ingenio, Gran Canaria, que pese a tener un presupuesto base de licitación de casi 2,9 millones de euros no despertó el interés de ninguna empresa; el del proyecto básico y de ejecución de la escuela infantil de primer ciclo de El Tanque, en Tenerife, valorado en alrededor de dos millones, financiado con fondos extraordinarios europeos y que tampoco llamó la atención de ninguna firma; y el de adecuación del edificio de usos múltiples de Tías, en Lanzarote, con un precio de licitación de 1,1 millones de euros y por el que tampoco pujó ninguna empresa.

Las otras entidades locales que han fracasado en una o más licitaciones en lo que va de 2024 son los ayuntamientos de Santa Cruz de La Palma, Mogán, Santa Lucía de Tirajana, San Sebastián de La Gomera, San Bartolomé de Tirajana, Frontera, Pájara, La Oliva y Puerto del Rosario, amén de los cabildos de Tenerife, Lanzarote, El Hierro y Fuerteventura, este último con cuatro contratos desiertos en menos de medio año.

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