Uno de cada tres habitantes de Fuerteventura y Lanzarote es turista

La presión de la actividad alojativa sobre las islas más orientales triplica la de Gran Canaria

Ni el destino majorero ni el conejero tocaron techo el año pasado

Turistas en la playa de Corralejo, en el norte de Fuerteventura.

Turistas en la playa de Corralejo, en el norte de Fuerteventura. / CARLOS DE SAÁ / EFE

Julio Gutiérrez

Julio Gutiérrez

Puesto en discusión el paulatino crecimiento de la llegada de turistas al Archipiélago, el análisis detallado de la situación revela que la presión no se reparte de manera homogénea por toda la comunidad autónoma. Es en las islas más orientales, Lanzarote y Fuerteventura, donde la relación entre visitantes y población local más se acerca a la paridad. Una de cada tres personas que abre los ojos en ellas cada amanecer es un cliente del negocio alojativo en alguna de sus múltiples modalidades.

En números, el territorio majorero presenta una media diaria de 58.710 visitantes (población turística equivalente), según el documento Presión Turística sobre la Población y el Territorio en Canarias elaborado por el Departamento de Investigación de la empresa pública Promotur. La Estadística Continua de Población (ECP) cifra en 126.864 la población residente en Fuerteventura. Es decir, hay un turista por cada 2,16 residentes.

Solo en Tenerife fue récord el porcentaje de visitantes sobre el total de habitantes del año pasado

La misma operación tomando como lugar de referencia Lanzarote (74.601 turistas diarios y 163.543 habitantes), deja las cosas prácticamente igual, 2,19 residentes por viajero. El ejercicio permite observar la heterogeneidad que muestra el reparto de la presión. La que soportan las dos islas mencionadas multiplica por mucho más de tres la que se da en Gran Canaria (7,4 residentes por cliente) y casi triplica la que exhibe Tenerife (5,8).

Dicho de otro modo, el 32,1% de la población que cada día despierta en Fuerteventura no tiene fijada su residencia en la isla; el 31,9%, en Lanzarote; el 14,9%, en Tenerife, y el 12%, en Gran Canaria. ¿La media del Archipiélago? 16%. ¿Y es el porcentaje de turistas más alto alcanzado hasta la fecha en el destino? En el caso del conjunto de la comunidad autónoma sí lo es, aunque no es la primera ocasión en que la presencia de turistas alcanza el 16% de total. Antes que el pasado año –récord de llegadas con 16,2 millones de visitantes– se había llegado ya a esa cifra en el año 2017 ejercicio que marcó un punto de inflexión.

Camino a 2017

La evolución del volumen de negocio en la planta alojativa canaria dibujó una línea ascendente desde 2011, año en el que la Primavera Árabe provocó un crecimiento de la demanda súbito e inesperado. Menos aún cuando la zozobra financiera derivada de la crisis de 2008 se mantenía en todo su apogeo, con los países frugales –Alemania, Países Bajos o Finlandia, por ejemplo– obligando al sur –España, Portugal, Italia y, sobre todo, Grecia– a apretarse el cinturón.

Los problemas de seguridad de destinos competidores como Egipto, Túnez o Turquía propiciaron una etapa dorada para las empresas alojativas que operan en las Islas, hasta 2017. En ese ejercicio se rozaron los 16 millones de turistas. A partir de entonces, la conectividad comenzó a retraerse hacia niveles más lógicos. Tras ese punto de inflexión, la facturación hotelera, extrahotelera y vacacional se redujo, pero sin abandonar el tramo alto.

El incremento de la población residente ayuda a diluir la concentración de la actividad alojativa

¿Qué sucedió desde ese momento para que el año pasado, esta vez sí, se alcanzaran y superaran los 16 millones de visitantes? Dos factores son los que explican la circunstancia. Primero, el resurgimiento tras la pandemia. El cero turístico lo aprovechó la entonces consejera de Turismo del Gobierno de Canarias, Yaiza Castilla, para exhibir la capacidad del destino para ofrecer garantías ante eventualidades de gran dimensión. 

El resultado fue un incremento de la demanda tras la paulatina retirada de las medidas sanitarias. En paralelo, el segmento del alquiler vacacional también incrementaba su actividad, y ese es el segundo de los factores que determinaron el récord de llegadas del pasado año. Crecía la demanda, pero también la oferta necesaria para poder atenderla.

Los máximos

El informe de Promotur señala, sin embargo, que no ha sido así en todas las islas. El 16% de turistas alcanzado en el conjunto de la comunidad autónoma en 2023 sí es un máximo –repetido en 2017–, pero el 12% de Gran Canaria queda por debajo del 12,4% anotado en el año 2018. Tampoco los mareantes 32,1% de Fuerteventura y 31,9% de Lanzarote son récords; la primera llegó al 34,8% en 2016, y la segunda, hasta el 32,3% en 2017.

La paradoja es que las dos islas más orientales recibieron menos turistas en esos años en los que la concentración de la actividad alojativa fue más elevada. La explicación se halla en el continuo incremento de la población residente, que presiona también sobre el territorio y los servicios pero diluye el efecto del turismo. Solo Tenerife (14,9%) sí fijó un máximo el pasado año.

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