Solo una de cada tres empresas logra superar los diez años de vida en Tenerife

Las dificultades para acceder a ayudas, la escasa digitalización o la falta de experiencia dificultan el emprendimiento

Los jóvenes son quienes más fracasan en sus proyectos

La profesora Alicia Correa, el viceconcejero de Economía Gustavo González y el presidente de la Cámara Santiago Sesé.

La profesora Alicia Correa, el viceconcejero de Economía Gustavo González y el presidente de la Cámara Santiago Sesé. / ED

Clara Morell

Clara Morell

Emprendeder en la provincia tinerfeña no es sencillo, pues los nuevos empresarios deben enfrentar los elevados costes que supone abrir un negocio, así como las dificultades para acceder a ayudas. De hecho, solo una de cada tres empresas tinerfeñas logra superar los diez años de vida, según revela el Análisis de mortandad y supervivencia de las nuevas empresas, documento que nace de la colaboración entre la Consejería de Economía, Industria, Comercio y Autónomos del Gobierno de Canarias, la Universidad de La Laguna y la Cámara de Comercio, Industria, Servicios y Navegación de Santa Cruz de Tenerife.

El estudio se acota entre 2012 y 2021, período que muy marcado por la pandemia de la covid, que golpeó al comercio canario por el efecto arrastre del cero turístico. Entre otras cuestiones, se pone de manifiesto que han cerrado el 28,5% de las empresas que abrieron hace dos años, el 52,8% de las que lo hicieron hace cinco, el 59,3% de las que lo hicieron hace 7 y el 63% de las que lo hicieron hace más de diez años. Es decir, apenas un 37% –poco más de una de cada tres– de las empresas de la provincia tinerfeña logra pasar los diez años de vida

Estos datos, sumados a las dificultades que los propios comerciantes manifiestan, sirven a la institución cameral para trazar las estrategias con las que intenta ayudar a los emprendedores. Santiago Sesé, presidente de la Cámara, aseguró en este sentido que las instituciones deben reducir los costes en los primeros años, tanto en lo relativo a las cotizaciones a la seguridad social como en el plano impositivo, así como facilitar aún más el acceso a líneas de financiación para las pymes. «La reducción de los costos de la seguridad social son muy importantes porque al arrancar un negocio, que además genera empleo, afrontar este tipo de gastos se convierten en un lastre a la hora de favorecer su continuidad», añadió.

Aunque en los últimos años la propia Cámara ha simplificado el papeleo necesario para emprender gracias a recursos como la Ventanilla Única Empresarial (VUE), Sesé apuntó que hay que seguir trabajando en la simplificación administrativa, además de apostar por la digitalización. Otro punto a abordar es la sensibilización sobre los beneficios que supone llegar a mercados fuera del ámbito insular.

Como el estudio demostró que la mayoría de las empresas que cierran son aquellas que crean jóvenes menores de 25 años, el presidente de la institución cameral también planteó la necesidad de desarrollar programas de tutorización que sirvan para acompañar a las empresas durante los primeros años de vida.

Además, el mayor porcentaje de cierre de empresas corresponde a actividades de comercio al por menor, servicios personales, servicios a empresas y construcción. Por el contrario, las que mostraron mejor estado de salud fueron las dedicadas a la agricultura. Curiosamente, a pesar de que los emprendedores con estudios universitarios son los que acuden mayoritariamente a la ventanilla única, también son las que más bajas causaron, frente a las personas con formación profesional.

El acompañamiento y asesoramiento para la elaboración de planes de viabilidad que realiza el Servicio de Creación de Empresas cameral es para Sesé una «estrategia fundamental» para ayudar al emprendedor a mantenerse en el tiempo y conseguir ser rentable. Un trabajo que permite desgranar y conocer el sentir del tejido empresarial con la finalidad de poder dar una respuesta ajustada a las necesidades y demandas de los emprendedores. «Hemos detectado que el 95% de las empresas señala a la calidad del producto o servicio como elemento diferenciador para mantenerse. Además, la capacidad de endeudamiento y la posibilidad de acceder a nuevos créditos es la principal demanda, así lo señala casi el 80% de los encuestados. Estas conclusiones nos ayudan a buscar fórmulas que favorezcan la continuidad de los negocios», manifestó.

Por su parte, el viceconsejero de Economía Gustavo González de Vega valoró el papel de las Cámara como «socio fundamental» para implementar políticas activas que generen empleo y economía. «Simplificar los procesos de altas –señaló– ha sido una de las claves para la actividad económica, pero a esto se une la tutorización o el acompañamiento realizado que, a día de hoy, nos ha servido para hacer esta radiografía a partir de la que pautar una estrategia».

Además, González de Vega apuntó al «trasvase de experiencia» entre nuevos empresarios y los que han logrado asentarse para establecer sinergias de trabajo. El viceconsejero destacó la medida para establecer el coste cero de la cuota de autónomo en la que trabaja su Ejecutivo. «Este abril se lanzará esta convocatoria y daremos a conocer el plan de ayudas dirigidas al autónomo», destacó.

Por su parte, la autora del estudio, la profesora de la Universidad de La Laguna Alicia Correa, apuntó que para favorecer la continuidad de las empresas se considera «esencial» realizar un trabajo de análisis. «Se debe estudiar en profundidad aspectos como el estado del mercado, el nicho al que se dirige o las características del producto o servicio», apostilló. 

Suscríbete para seguir leyendo