Círculo de Empresarios y Profesionales del Sur de Tenerife

Javier Cabrera: «Es necesario un pacto para sacar las inversiones en infraestructuras»

Javier Cabrera, presidente del CEST.

Javier Cabrera, presidente del CEST. / El Día

El empresariado del sur de Tenerife ha logrado posicionar esta comarca como uno de los principales núcleos turísticos a nivel nacional e internacional. El sur es una de las zonas más dinámicas y prósperas de Canarias, con una economía basada en el turismo y el comercio, pero que también cuenta con un importante tejido empresarial en otros sectores, como el primario.

Aunando los intereses de todos ellos, y actuando como interlocutor con otras asociaciones e instituciones públicas se sitúa el Círculo de Empresarios y Profesionales del Sur de Tenerife. Una asociación multisectorial con más de 24 años de historia, que este año ha elegido una nueva Junta Directiva. Hoy, el empresario del sector inmobiliario y el turismo Javier Cabrera, ligado al CEST desde sus inicios, preside esta asociación y tiene claro hacia dónde se dirige el empresariado del Sur en un futuro próximo.

¿Cuáles son los principales motores económicos que llevan al sur a posicionarse en el lugar en el que está a día de hoy?

Indudablemente nuestra industria turística es el primero de los motores económicos, una industria que está formada por numerosos operadores con diferentes actividades todas ellas alrededor del bienestar de quienes nos visitan. Porque junto al sector alojativo, formado por la oferta hotelera y extrahotelera, que es de máxima calidad, se encuentra la restauración, el comercio, las empresas de ocio y de transporte y ahora, también, las empresas que tienen que ver con la comercialización y el marketing online. Todas ellas desarrollan su labor en nuestra comarca, haciéndola un punto clave en el Archipiélago pues, dado el número de turistas que nos visitan, nos hemos posicionado como una potencia turística mundial. Por tanto, nuestras empresas, nuestros profesionales, trabajadores de alto nivel de conocimientos y capacidad, conforman un tejido que compite en volúmenes de facturación a nivel mundial. No podemos olvidar a nuestro sector primario, que en la comarca Sur tiene una importante producción y está en los primeros puestos respecto a la exportación de plátano. Pero aspiramos a más. Creemos que es imprescindible que se acabe, de una vez por todas, el puerto de Granadilla para que pueda albergar y desarrollar las actividades para las que fue concebido y que sirva de locomotora del polígono industrial adyacente, que cuenta con más de dos millones de metros cuadrados y tiene la capacidad de atraer empresas de todo tipo. También estamos expectantes ante la proliferación de empresas en el ámbito audiovisual y a ese “hub” audiovisual que está previsto en Adeje y que va a generar una importantísima economía.

Y, respecto al futuro, ¿hacia dónde avanzamos? ¿Qué perspectivas tienen?

No se trata de hacia dónde avanzamos, se trata de hacia dónde debemos avanzar. Debemos avanzar hacia la digitalización, la automatización de procesos con empleos que requieran mayor cualificación, para que puedan ser mejor remunerados, a una especialización en la atención de las personas que nos permita acceder a un mayor gasto por visitante. Debemos muscular nuestras infraestructuras portuarias y aeroportuarias para posicionarnos en el mundo, un mundo cada vez más interconectado. Por todo esto debemos apostar firmemente por la tecnología, la misma tecnología que debe resolver nuestros problemas de agua, de residuos, de movilidad, de producción o viabilidad de nuestra agricultura. No podemos seguir haciendo las cosas igual que el siglo pasado. Si somos capaces de seguir ese camino, las perspectivas son fabulosas porque nuestra localización, nuestro clima y nuestra cultura son los pilares sobre los que se construye el desarrollo.

¿Qué necesita el sur para hacer realidad estas previsiones? ¿Cuáles son las principales demandas del empresariado del sur?

Por supuesto, la mejora de las infraestructuras. Sobre todo las viarias, en las que no se ha invertido en proporción al crecimiento del Sur. Nuestras vías y autovías necesitan inversiones que se encuentran perfectamente identificadas y, en algunos casos, con proyectos listos para su licitación. Por eso exigimos que las obras que venimos demandando desde hace más de diez años se inicien de inmediato. Ahora asistimos a un lamentable rifirrafe político, sobre si el proyecto es mejor o peor o si está o no acabado, que nos tiene atónitos y muy tristes porque Tenerife necesita inversiones urgentes. Es necesario un pacto para sacar las inversiones en infraestructuras del rifirrafe político. Otras infraestructuras en materia de generación y transporte eléctrico son igualmente importantes. Nos están anticipando la posibilidad de un “cero” energético por la obsolescencia de nuestras infraestructuras y la solución también se encuentra lastrada por una burocracia insostenible e insoportable que nos lleva al desastre. Y por supuesto desde el CEST venimos denunciando precisamente esa burocracia, esa maraña legislativa que nos lleva al desastre. Recientemente, en una interesante charla con un representante de un partido político muy activo en cuestiones ecologistas y ambientalistas, le señalaba que hemos creado un sistema tan absurdo que no tiene contento a nadie, ni siquiera a ellos mismos. Necesitamos un marco normativo que pueda albergar los nuevos productos, sobre todo turísticos, que demanda el cliente del siglo XXI; que no cercene las iniciativas de nuestros jóvenes, y no tan jóvenes, emprendedores, un marco normativo en el que el peso de la administración sea el mínimo necesario. Desarrollo y respeto por el medio ambiente están en la misma cara de la moneda y para la empresa de este tiempo son perfectamente compatibles.

Han hablado de la falta de personal cualificado como uno de los aspectos que bloquean el desarrollo de la comarca, ¿cuáles cree que pueden ser las soluciones?

Las soluciones pasan por la mejora de la educación y la formación, estas cuestiones también deben de quedar fuera del rifirrafe político que todo lo invade. Necesitamos gestores que corrijan el desajuste que padecemos actualmente. Por un lado tenemos una demanda enorme en puestos de trabajo que exigen una cualificación determinada y, por otro, una bolsa enorme de desempleados que no tienen esa cualificación que les permita acceder a los puestos de trabajo que realmente se necesitan. Universidad y formación profesional tienen que conectarse a la empresa privada y esa conexión es tarea de la Administración, que debe estar formada por auténticos gestores, profesionales que sean competentes y capaces de revertir esta situación.