Claroscuros en el análisis a mitad de año de las cuentas de IAG. Este grupo de aerolíneas, dueño de empresas como Iberia, VuelingBritish Arways Aer Lingus, llega a junio aún con números rojos, aunque de dimensión considerablemente menor que un año atrás y con los primeros beneficios en mucho tiempo si se observan solo los últimos tres meses. En conjunto, la compañía pierde 654 millones de euros entre enero y junio (una cifra que un año atrás superaba los 2.000 millones), pero cierra el trimestre que empieza en abril con 133 millones de euros de ganancias netas.

"En el segundo trimestre hemos vuelto a la rentabilidad, por primera vez desde el comienzo de la pandemia y gracias a la fuerte recuperación de la demanda que se ha producido en todas nuestras aerolíneas", sintetiza en un comunicado el consejero delegado de IAG, Luis Gallego, que se muestra convencido de que esto da peso a su previsión de terminar 2022 con beneficios. "Nuestro resultado refleja, por un lado, un aumento significativo de la capacidad y, por otro, de la ocupación y de los ingresos por pasajero en comparación con el primer trimestre", explica el directivo.

En concreto estos ingresos por pasajero se colocan entre abril y junio un 6,4% por encima de los que se registraban en el mismo periodo antes de la pandemia. Este incremento compensa factores negativos como que todavía no se haya recuperado el volumen de viajeros que trasladaban en 2019 (la capacidad de transporte está a un 80% de la de entonces) o la subida de precio del combustible.

Sea como sea, el grupo de aerolíneas se planta a mitad de año con unos ingresos totales de 9.300 millones de euros, más de cuatro veces superiores a los de un año atrás. En este sentido, y de nuevo según el comunicado de IAG, Iberia y Vueling fueron las aerolíneas con mejor desempeño dentro de la compañía.

Mercado español

"El mercado doméstico en España y las rutas a Latinoamérica han liderado la recuperación, con una demanda que en el mes de junio llegó a superar los niveles de 2019", explica Gallego. "Los niveles de reservas se mantienen fuertes y la demanda en el Atlántico Norte continúa creciendo tras la retirada el pasado mes de junio de los requisitos de prueba de covid en Estados Unidos", detalla el ejecutivo.

De todos modos, la deuda neta de la compañía se mantiene por encima de los 10.000 millones de euros, si bien desciende un ligero 6% en comparación con la cifra que mostraba el balance de final de año.