La apuesta de Cepsa por la transición energética, con el objetivo puesto en llegar a cero emisiones netas en 2050, fue uno de los aspectos destacados por la directora de los Servicios Analíticos de Cepsa, Mar Perrote, que participó recientemente en una conferencia organizada por la Cátedra Fundación Cepsa de Transición Ecológica e Innovación de la Universidad de La Laguna. Un encuentro que contó, además, con la intervención de la responsable del Laboratorio de Cepsa en Tenerife, Amayra García.

En la sesión, centrada en la ‘Transición energética y Laboratorio 4.0’, Mar Perrote afirmó que “estamos en un momento de revolución energética que queremos liderar”. Añadió que la nueva estrategia de la compañía, lanzada recientemente, supone “un proyecto muy ambicioso, un compromiso y un reto, que apuesta por la movilidad sostenible, la descarbonización del transporte, la producción de hidrógeno verde y biocombustibles de segunda generación, y el impulso de las energías renovables, principalmente para consumo interno de nuestras instalaciones”.

Para la directora de los Servicios Analíticos de Cepsa, en la industria energética la economía circular, que es otro de los pilares de la transición ecológica, va asociada al diseño inteligente de los procesos productivos para minimizar los residuos generados, así como a un uso responsable del agua. Además, señaló que Cepsa se plantea como objetivo para 2030 valorizar más del 60% de los residuos que genera, a través de la reutilización como materia prima para otros productos, la biorremediación, el reciclaje y la transformación en biogás.

De refinerías a parques energéticos

Por otro lado, señaló que Cepsa asume el reto de la transición energética mediante la transformación de sus refinerías en parques energéticos, con una actividad diversificada y añadió que este giro al verde y cambio de materias primas debe ir unido a una apuesta por garantizar la calidad de la producción, lo que conlleva un reto a nivel analítico.

Para ello los laboratorios de la energética, uno de los cuales está ubicado en Tenerife, están desarrollando diferentes líneas de trabajo centradas en la digitalización, a través de soluciones diversas como la visión remota o la trazabilidad en el certificado de datos. A esto se suma la robotización, mediante robots colaborativos (cobots) que permiten optimizar la gestión del talento, así como el peso de las nuevas tecnologías.

Por otro lado, Mar Perrote insistió en que otro aspecto clave se centra en la apuesta por la formación continua de un personal local altamente cualificado, junto a la incorporación de nuevas actividades y formas de trabajo.

Laboratorios industriales

Por su parte, Amayra García puso en valor el trabajo desarrollado por los Servicios Analíticos de Cepsa y ahondó en el funcionamiento de los tres laboratorios industriales con los que cuenta la energética, los más grandes de España en su sector, localizados en Tenerife, Huelva y San Roque, donde se analizan 20.000 muestras al mes, lo que supone 60.000 ensayos en dicho periodo.

Matizó que el reto de Cepsa en este ámbito se centra en “optimizar el ciclo analítico con las tecnologías disponibles, así como con las herramientas de digitalización y robotización para ser más eficientes”. Con ello, añadió, se pretende “aumentar la generación de valor y acompañar a los negocios de la compañía en todo lo que implica la transformación energética”.

Precisó que los laboratorios de control industrial trabajan con ensayos normalizados, aplicando métodos cuantitativos y test puntuales, al mismo tiempo que actúan como un departamento auditor con los análisis de control medioambiental. Asimismo, insistió en que la rapidez de actuación y la fiabilidad de los resultados son las claves de su actividad.

Amayra García señaló que este seguimiento de los procesos de producción por parte de los laboratorios asegura el control de la calidad de los productos finales y las materias primas que puedan extraerse. A su vez, sirve de apoyo en el control medioambiental de emisiones y aguas de vertido.