Más de siete de cada diez euros del presupuesto anual que las familias canarias dedican a pagar los suministros básicos para sus hogares (agua y energía) se los lleva el recibo de la luz. Así lo señala un estudio (ODS Maps) sobre la estructura de gasto de los hogares españoles elaborado por la consultora AIS, en colaboración con Esri España y el Observatorio de Sostenibilidad correspondiente a 2019, cuando aún quedaba lejos el rally alcista del precio de la energía eléctrica.

El trabajo pone de manifiesto las particularidades del Archipiélago. Que a los hogares de la provincia de Las Palmas se les vaya en garantizarse el suministro eléctrico el 71,5% del dinero que dedican a lo más básico –sin contar los alimentos–, el 72% en el caso de la de Santa Cruz de Tenerife, tiene relación con el alto nivel de electrificación de los hogares. Visto desde el ángulo opuesto, mucho tiene que ver la escasa, y cada vez menor, relevancia del gas, que nunca tuvo una distribución canalizada, como sí ocurre en buena parte de la Península, y no pasó del despacho en bombonas.

De ahí que la diferencia con la media española (58,6%) se sitúe en valores de dos dígitos. Ahora bien, eso no quiere decir que los canarios gasten más dinero en pagar la factura de la luz. ¿Por qué? Para empezar porque el estudio utiliza datos de 2019, cuando el IGIC, ya de por sí con un tipo más bajo cuando ha estado operativo, estaba bonificado al 0% en las Islas, mientras que en la Península pagaban el IVA.

Además, el clima permite un menor consumo energético en Canarias. La ausencia de frío intenso, salvo en zonas localizadas, y de largas temporadas de calor abrasador determina que cada español destine 1.360,85 euros anuales a sufragar los gastos de agua, luz y gas; el coste en las Islas se queda en los 870 euros, el 3,18% de la renta disponible.

Punto de partida

Y esta última variable es el primer factor a tener en cuenta, porque mientras un peninsular dispone de 30.242,76 euros cada año, un ciudadano de Santa Cruz de Tenerife se queda en 27.518,77 y uno de Las Palmas, en 27.208,12 euros. Una diferencia que viene motivada por una estructura económica marcadamente terciarizada y generadora de grandes volúmenes de empleo escasamente especializado y de baja remuneración.

En el desglose, la factura eléctrica supone 622,21 euros en la provincia de Las Palmas y 627,25 en la de Santa Cruz de Tenerife. La media estatal es de 797,79 euros. Esa diferencia podría atribuirse en exclusiva al mayor peso de la imposición indirecta en la Península y Baleares. Pero el agravio es mayor, mientras los canarios gastan 45 euros en gas cada año, el conjunto de los españoles necesita 278,27.

El peso de estos suministros en la factura de los hogares ya venía en línea ascendente, por lo que resulta aún más interesante saber el resultado de estudios futuros que reflejen el incremento del precio de la luz. En toda España su relevancia en la estructura de costes de una familia pasó de poco menos del 4,5% en 2018 a casi el 5% un año después. Agustí Amorós, director de desarrollo de negocio de AIS Group, contempla como «una posible explicación, la reducción en un 10% del volumen global de gastos por hogar» en ese periodo, «por lo que el peso de los suministros, un bien esencial para el bienestar de las personas, es ahora algo mayor».

El gasto medio de las familias en agua y energía es uno de los indicadores incluidos en ODS Maps. «Se le da mucha relevancia tanto en los Objetivos de Desarrollo Sostenible como en la Agenda Urbana a la hora de lograr la sostenibilidad y combatir la pobreza energética», explica Amorós sobre dos de los grandes caballos de batalla del presente.

De ese modo, puede tenerse una visión exacta del camino que han recorrido las comunidades autónomas y los municipios hacia los objetivos marcados tanto por Naciones Unidas como por el Gobierno de España.

ODS Maps.

La carestía del agua

Si el clima permite que los ciudadanos de las Islas dediquen una menor cantidad de su presupuesto a calentar y enfriar sus hogares, también provoca una estructural escasez de agua. La desalación vino a paliar unas carencias que hasta llegaron a tomar tintes de revuelta popular en la segunda mitad del siglo pasado, pero completar el proceso para hacerla apta para el consumo humano no es barato. Se necesitan grandes cantidades de energía para ello y es algo que se observa claramente en el informe

El gasto medio de las familias del país en suministro de líquido elemento es de 182,89 euros (el 13,4% del presupuestos para suministros básicos), mientras que los hogares de la provincia de Las Palmas tienen que desembolsar 201,42 euros (23,1%) y los de Santa Cruz de Tenerife, 195,12 (22,4%).