El precio de la luz mantiene su escalada en todo el país. Ante el alza de los recibos muchos han comenzado ya a buscar alternativas para tratar de aminorar la factura y ven en la generación de su propia energía una de las mejores opciones. Esta tendencia ha hecho que la demanda para instalar placas fotovoltaicas en Canarias se haya triplicado en los últimos meses y las empresas que se dedican al montaje de paneles solares no dan abasto ante el aumento del interés por poner en marcha este tipo de instalaciones con las que dar suministro a viviendas y negocios, ya que pueden reducir el coste de la electricidad hasta en un 40%.

«Hemos notado un aumento exponencial», asegura Ángel Treviño, perito judicial y responsable de Ecoluz Consultores, una empresa que presta servicios de asesoramiento e instalación para el ahorro energético a empresas y particulares. Este experto explica que a las personas que ya estaban valorando adquirir este tipo de tecnología, se han unido las que nunca lo habían pensado pero han decidido apostar por ella en cuanto han visto las facturas. «Aquellos que nunca se han interesado empiezan a ver que es rentable», señala, sobre todo tras comprobar que el precio de la electricidad pulveriza récord tras récord y de hecho, hoy alcanzará su cifra más alta hasta ahora, 132 euros el megavatio hora.

Enrique Rodríguez de Azero, presidente de la Asociación Canaria de Energías Renovables (ACER), también certifica que la demanda para instalar placas fotovoltaicas se ha disparado, no solo en las Islas sino en toda España. «Con un recibo de la luz tan caro, se han incrementado las solicitudes de información porque lógicamente hay una posibilidad de ahorro mayor», resalta. Una demanda que prevé que vaya en aumento en los próximos meses. «Es una inversión no un gasto porque en el momento en el que amortizas la instalación, la energía eléctrica es más barata», expone.

Para realizar la instalación existen dos vías, aquella en la que el clientes se desvincula por completo de la red eléctrica y pasa a surtirse solo de la energía que genera, –para lo que será necesaria la colocación de baterías que aumentan el coste, pero permiten almacenar la energía generada por las placas y utilizarla en aquellos momentos en los que no están funcionando–, o la más extendida, en la que se sigue conectado a la red para poder abastecerse cuando las placas no están generando energía al no haber luz solar. «En la primera opción la amortización es más larga», añade Rodríguez de Azero, por lo que indica que la mejor alternativa es «mantener tu punto de conexión y producir el máximo de energía posible, dimensionando la instalación de tal forma que no generes un exceso cuando no estás en casa y se vierta demasiada a la red».

«El objetivo es tratar de gastar el máximo de energía de autoconsumo en las horas con más recargo que suelen ser durante el día», explica Ángel Treviño, para de esta manera evitar pagar los precios máximos y suministrarse de la red por la noche, cuando es más barata, lo que tiene un efecto a la baja en la factura eléctrica.

Los costes de instalación se han reducido mucho en los últimos años y la tecnología es ahora más eficiente. «En una vivienda particular, el precio de la instalación oscila entre los 5.000 y los 6.000 euros», a los que habría que añadir otros 6.000 más para las baterías si se opta por la modalidad de autoconsumo exclusivo. En el caso de que la instalación vaya a abastecer a una empresa, el coste es mayor, ya que está asociado al número de kilovatios del que se quiera disponer.

Obstáculos

El principal hándicap para instalar placas solares y comenzar a abastecerse en buena parte de energía limpia es que los interesados deben ser propietarios de una cubierta para colocar los paneles o tener permiso de la comunidad si se trata de un edificio. Un condicionante que limita el perfil de los posibles usuarios.

Además de en viviendas particulares, la demanda por partes de las empresas se ha multiplicado en las últimas semanas, ya que son muchas las que han visto duplicarse sus facturas en tan solo un año. «Las empresas pueden utilizar la parte superior de las naves o solicitar a la comunidad que te deje espacio en la azotea si tienes un negocio debajo», apunta.

Para muchos lanzarse al autoconsumo se vislumbra como la única alternativa para un problema que ha suscitado un torbellino político en las últimas semanas. En Canarias, se ha pronunciado acerca de la escalada de la luz el vicepresidente del Gobierno canario, Román Rodríguez, quien calificó ayer de «auténtica canallada y vergüenza» la subida de los precios de la luz y opinó que nacionalizar las eléctricas «está plenamente justificado».

Rodríguez aseguró que se trata de un bien básico fundamental para la empresas, las familias y el sector público y pidió la intervención del Gobierno central y de la Cortes en un mercado «trucado y manipulado».