La inminencia de una nueva sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre la legalidad o no de que Marruecos exporte a la UE productos explotados como propios en el territorio saharaui preocupa en España por las repercusiones que pueda tener en las relaciones entre ambos países. Todo parece indicar que el tribunal comunitario irá en la misma línea de fallos anteriores y que reflejan que el acuerdo comercial se refiere exclusivamente a Marruecos y el Sáhara sigue siendo una cuestión pendiente en manos de la ONU.

Las organizaciones agrícolas canarias creen que un nuevo revés de Rabat influye en el acuerdo tanto pesquero como comercial y, por consiguiente, Europa tiene que revisar el pacto. Entre otras cuestiones, la COAG ha denunciado que Marruecos cuenta con grandes explotaciones de tomate en territorio saharaui, concretamente en la zona de Dajla, que después entran en Europa como producto marroquí a un precio mucho más bajo que el tomate canario.

Un estudio presentado en junio por la ONG Mundubat y la organización agraria acusa al país magrebí de «competencia desleal» y de inundar Europa con tomate cultivado en el Sáhara Occidental. En la ciudad de Dajla, en la costa atlántica, las autoridades marroquíes desde hace años implantaron la llamada megalópolis del tomate. Se calcula que entre el 7% y el 10% de los tomates procedentes de Marruecos tienen su origen en el Sáhara, pero esto no consta en el etiquetado, con lo que hay problemas de trazabilidad.

Sin embargo, anteriores sentencias comunitarias en torno al impacto económico de los acuerdos de la UE y Rabat por la cuestión del Sáhara no han tenido una repercusión práctica sobre la producción marroquí que llega a territorio europeo. Las organizaciones agrarias canarias no perciben cambios sustanciales en la política marroquí y en la permisividad de Bruselas, ya que las grandes explotaciones que se extienden en áreas del territorio saharaui tienen unas condiciones que no son comparables con las canarias en cuanto a regadíos, sueldos y condiciones laborales. Mientras, el Frente Polisario espera con expectación una sentencia que puede volver a serle favorable.