Cuando el jefe de Windows, Panos Panay, mostró por primera vez el nuevo Windows 11 la semana pasada, muchos se echaron las manos a la cabeza: el clásico botón de inicio de la esquina inferior izquierda pasaba a la mitad de la pantalla. "Lo que queremos es poner al ser humano en el centro", se justifica en una entrevista con EFE.

El directivo cuenta que trasladar de posición el botón, aunque pueda parecer algo trivial, responde a una estrategia mucho más amplia que es la que ha guiado todo el rediseño del sistema operativo para ordenadores más usado del mundo: que sea el software el que se adapte a la persona y no al revés.

"Queremos que puedas llegar de la forma más rápida y simple posible a las cosas que necesitas", apunta Panay, quien asegura que pese al gran revuelo causado en las redes sociales por esta decisión -muchos usuarios son tradicionalmente reacios a cambios drásticos en el diseño-, el nuevo sistema operativo "sigue teniendo la personalidad de Windows".

El ejecutivo hace especial hincapié en este punto durante su entrevista con EFE porque sobre el diseño del nuevo sistema operativo planea la idea de que Microsoft está, de alguna forma, "traicionando" sus principios y acercándose a la interfaz del que históricamente ha sido su gran rival, Apple.

En Windows 11, los bordes son suaves y redondeados, se ha cambiado la paleta de colores, se refuerzan las sombras y las transparencias, se ha incorporado un botón de 'widgets' que muestra un panel con información rápida como la previsión meteorológica, las últimas noticias y la información bursátil, y la barra de tareas también se ha movido al centro.

Todo ello como en macOS para los ordenadores mac de Apple.

"Una conexión emocional"

"El usuario seguirá sintiendo que está usando Windows. Sentirá que es algo fenomenal y que tiene una conexión emocional con el sistema operativo, aunque sea de una forma completamente diferente (a la de los Windows anteriores)", asegura Panay, que lidera el equipo del sistema operativo desde 2020.

El ejecutivo hizo la mayor parte de su carrera en Microsoft al frente de la división de ordenadores y tabletas Surface (de la que es considerado el "padre") hasta que el consejero delegado Satya Nadella premió sus logros en este departamento nombrándolo también jefe de Windows el año pasado.

Uno de los mayores aspectos que la firma de Redmond (estado de Washington, EEUU) ha potenciado para precisamente diferenciarse de Apple es la apuesta por la compatibilidad con productos de otros fabricantes, en este caso Google y Amazon, frente al famoso ecosistema cerrado que tantas críticas le sigue valiendo a la empresa del iPhone.

En Windows 11 se pueden descargar y utilizar por primera vez aplicaciones desarrolladas para Android (el sistema operativo para móviles de Google) y ello se hace a través de un acuerdo con la tienda de aplicaciones de Amazon.

Amazon

"Amazon es un gran socio, que hace un buen trabajo seleccionando y curando las aplicaciones. Ambos tenemos al cliente como prioridad y cuando lo comentamos por primera vez, coincidimos en que la compatibilidad entre servicios es fantástica para los clientes", indica Panay.

La duda que generan las explicaciones del directivo respecto a todos los cambios que llegan con Windows 11 es por qué estos no se habían producido antes y ello implica que hasta la fecha, este software tan popular y con 35 años de historia a sus espaldas no había estado centrado en el ser humano.

"Lo que pasa es que a la gente le gusta lo conocido, lo familiar. Pero para evolucionar y modernizar hay que tomar decisiones así", apunta el ejecutivo.

Windows 11 estará disponible este mismo verano con actualizaciones gratuitas para aquellas personas que en la actualidad usen Windows 10.

Marc Arcas