Telefónica España ha anunciado que comenzará con la jornada de cuatro días y 32 horas semanales en octubre. Eso sí, quien se acoja a este plan piloto cobrará un 15% menos.

Cuatro días a la semana

Todavía quedan unos meses para que se haga realidad, pero como ejemplo de que esta medida es factible, María Álvarez, cofundadora del espacio gastronómico La Francachela, en Madrid, e impulsora de la Campaña 4Suma, implantó esta jornada, sin tocar los sueldos, en sus restaurantes hace un año con el objetivo de transformar la organización de la empresa. Para ello echó mano del uso de la tecnología en determinadas áreas de la gestión. Esto les permitió reducir la semana laboral de todo el personal a 35 horas y máximo cuatro días y es que uno de los objetivos que según Álvarez busca esta propuesta es la de transformar el tejido empresarial español a través de la innovación y la digitalización. «Es una iniciativa para que las empresas se enfrenten al reto de transformarse, de ser más productivas y eso al final redunde en mejores resultados para las empresas y mejores condiciones laborales», explica. La cofundadora asegura que los resultados de la empresa han mejorado y los empleados ahora tienen la oportunidad de desarrollarse personalmente, uno de los grandes retos de la hostelería.

«Si una empresa del sector de la restauración lo ha logrado, ¿por qué no van a poder las demás?» se pregunta Ana Arroyo, responsable del departamento de Selección y Desarrollo de Personas de Software de la andaluza Delsol, consciente del riesgo que supone para una compañía este cambio «pero animo a que al menos estudien la posibilidad».

Esta empresa desarrolladora de programas informáticos empresariales puso en marcha la jornada de cuatro días semanales en enero de 2020 como una medida más de conciliación ya que era una de las áreas que menor puntuación obtenía en las encuestas de clima laboral que realiza de forma anual.

«Lo mejor es que la idea surgió desde la dirección», apunta Arroyo y cuenta que fueron meses de mucho trabajo para reorganizar la plantilla y así no se viese mermada la calidad en su servicio de atención al cliente. Para ello, los empleados que no tienen contacto directo con el consumidor dejarían de trabajar los viernes, mientras que los que sí tienen relación con el cliente irían rotando el tercer día de descanso. Todo ello sin ninguna reducción del salario. En este punto se dieron cuenta de la necesidad de contratar a nuevo personal y formarles. «Esto no es gratis, la compañía terminó invirtiendo 420.000 euros para aumentar en un 15% su plantilla. Aunque muchas empresas lo vean como un gasto yo prefiero hablar de inversión», apunta Arroyo.

La prueba de ello es que el año pasado se vio incrementada la facturación en un 20% respecto a 2019 y se redujo un 28% el absentismo. En cuanto a los trabajadores, la puntuación media de la encuesta de clima laboral fue de 4,39 sobre 5 y la de satisfacción del cliente de 8,91 sobre 10.

Diferentes modelos

También en enero del año pasado, Zataca Systems, con sede en Alicante, dio la posibilidad a sus empleados de reducir los días laborales, aunque en esta ocasión manteniendo las horas de trabajo semanales. «Tenemos una jornada de 37,5 horas y ofrecimos la posibilidad de condensarlas en cuatro días a la semana. De forma paralela, también existe la opción de teletrabajar el viernes, en vez de eliminar ese día», explica Pedro Sánchez, cofundador de la empresa de ingeniería de software. Finalmente, un 50% de la plantilla decidió reducirse los días, un 25% trabajar desde casa los viernes y el otro 25% mantiene su jornada habitual.

Por su parte, Startup Campus, compañía organizadora del evento de emprendimiento Biscay Startup Campus, en Vizcaya, es otra de las empresas que desde febrero de 2020 cuenta con la jornada de 4 días. En este caso se ha comenzado a trabajar por objetivos y por proyectos y los salarios se han mantenido pese a la reducción de días laborales.

Este es un tema de conversación en el ámbito público y privado desde que en enero el partido político Más País anunció la aprobación del Gobierno de un proyecto piloto para impulsar la jornada de cuatro días entre el tejido empresarial español. Después de varios meses, el Ejecutivo parece haber adoptado el modelo, pero a largo plazo: se refiere a ello dentro de la Estrategia 2050 presentada hace un mes donde se incluye una serie de medidas que fomentan de forma indirecta esta jornada de cuatro días.

«Todos estamos de acuerdo con los objetivos pero donde hay que retratarse es en los plazos. Si ponemos el plazo en 2050 es mejor no decir nada porque para entonces la trayectoria innata de la sociedad hacia la racionalización del trabajo ya hará que se cumpla», opina la impulsora de la Campaña 4Suma.

En este sentido, María Álvarez cree que «no hace falta esperar y ahora es el momento de hacer los cambios. Tenemos una sociedad madura para ello y las encuestas hablan de que el 70% de la población está a favor».