Con el verano a la vuelta de la esquina y la vacunación a mayor ritmo, el final del estado de alarma ha generado un efecto champán en el mercado laboral español. Un efecto que se traduce en la creación de puestos de trabajo y la reducción del número de parados, aunque no en todo el país por igual. Ni mucho menos. Canarias vuelve a ser el particular patito feo de las 17 Comunidades Autónomas: es la región que menos empleo recupera y también donde menos baja el paro. Los datos publicados ayer por el Gobierno central tienen, por tanto, dos lecturas: una positiva u optimista y otra no tan positiva pero sí más realista. La primera es la evidente: las Islas cierran mayo con más afiliados a la Seguridad Social y con menos desempleados que en abril. Y la segunda es la más reveladora: las Islas circulan hacia la recuperación en un utilitario y por una carretera convencional, mientras que España lo hace en un deportivo y por autovía.

El dato que muestra con más claridad hasta qué punto está el Archipiélago rezagado en el ascenso hacia la recuperación es el de las afiliaciones a la Seguridad Social. En Canarias hay 776.792 afiliados. Son 3.684 más que en abril, una subida de un 0,48%. Un indudable respiro para una economía y un mercado de trabajo tan golpeados por la crisis del coronavirus como los de la Comunidad Autónoma. Sin embargo, no es menos cierto que se trata del menor incremento del empleo de todo el país. En las 18 restantes regiones –incluidas Ceuta y Melilla–, los aumentos oscilan entre el 0,55% de Ceuta y el 5,8% de Baleares, donde la esperanza de salvar la temporada turística de verano –su temporada alta– tira hacia arriba de las contrataciones y, en definitiva, de las afiliaciones a la Seguridad Social. Así pues, el ritmo de creación de puestos de trabajo es distinto y hasta muy distinto en cada autonomía, aunque con el Archipiélago siempre a la cola.

De hecho, en España hay casi 19,3 millones de trabajadores en alta laboral, y resulta que en febrero de 2020, el último mes antes del estallido de la pandemia –el Gobierno decretó el estado de alarma el 14 de marzo–, había 19,25 millones. De modo que el país no solo ha alcanzado ya el volumen de empleo anterior a la irrupción del coronavirus, sino que incluso lo ha superado. En estos momentos, y en cifras exactas, en España están trabajando 16.992 personas más que antes del confinamiento de la nación, algo que, por el contrario, no ocurre en Canarias. Ni de lejos. En febrero de 2020 había en el Archipiélago un total de 818.141 afiliados, y ahora solamente suman esos 776.792. Es decir, mientras que España ya ha recuperado todo el empleo perdido durante la pandemia, las Islas aún deben crear 41.349 puestos de trabajo para volver a las cifras anteriores al golpe de la covid-19. Si la región fuera capaz de crear empleo al ritmo del mes pasado sin interrupciones, haría falta cerca de un año –algo más de once meses– para la plena recuperación. Un tiempo que será mayor o menor en función de la mayor o menor recuperación del turismo. Si el flujo de visitantes extranjeros regresa pronto a los números de los años de normalidad, Canarias será capaz de volver a los 818.000 afiliados de febrero de 2020 antes de esos doce meses; en cambio, si se demora el restablecimiento de la primera industria regional –porque continúan las restricciones de los viajes en mercados tan importantes como el del Reino Unido, por ejemplo–, entonces se tardará aún más tiempo hasta la recuperación.

Canarias queda relegada del ‘efecto champán’ del fin del estado de alarma

Canarias queda relegada del ‘efecto champán’ del fin del estado de alarma M. Á. Montero

En cuanto al paro, Canarias despide mayo con 277.417 desempleados. Una cantidad que, como la de las afiliaciones a la Seguridad Social, tiene distintas lecturas. Por un lado, son 5.106 parados menos que en abril, de nuevo un respiro en medio de la tormenta; pero, por otro lado, se trata –también de nuevo– del menor avance del país. El desempleo se reduce en la Comunidad Autónoma un 1,81%, cuando en las demás regiones lo hace en porcentajes que oscilan entre el 2,4% de Madrid y el 8,2% de Baleares. Es más, pese a la bajada del mes pasado, el Archipiélago tiene 16.343 parados más que en mayo de 2020, también el peor dato del país. Y con muchísima diferencia.

No en vano, solo cuatro de las 17 Comunidades Autónomas –Aragón, Baleares, Madrid y Canarias– siguen teniendo más desempleados que hace un año, pero es esta última la que ha sufrido el mayor incremento –6,3%–. En Madrid el aumento es de un 2,1%, y ni en Aragón ni en Baleares llega siquiera al punto porcentual.

Hay que recordar que los asalariados en expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) no cuentan como parados por más que de facto estén en el paro. En mayo salieron del limbo de los ERTE hasta 7.770 trabajadores, una importante reducción –de un 9,2%– que, no obstante, hay que matizar. En primer lugar porque esa sensible bajada obedece a que Canarias es, con mucha diferencia, la región con más personas en ERTE, hasta el punto de que 76.761 isleños siguen en suspensión de empleo; y en segundo lugar porque no puede saberse con exactitud cuál ha sido el destino de esos 7.770 asalariados, es decir, si se han reincorporado a sus empresas o si han acabado en la calle. Eso sí, la reducción del paro y la creación de empleo al menos sugieren que la mayoría de esas personas sí volvió en mayo a su puesto de trabajo.

«Pequeño alivio»

La portavoz del Grupo Parlamentario Popular y presidenta de los populares canarios, Australia Navarro, aseguró ayer que la bajada del paro en mayo en unas 5.000 personas es «un pequeño alivio» para las Islas después de un año tan duro para el empleo, «pero no hay que llamarse a engaño ni echar las campanas al vuelo, porque somos la Comunidad Autónoma donde menos se recupera el empleo, y esto es muy preocupante». El mes de mayo se cerró con una importante caída del paro registrado en toda España, «pero Canarias fue la comunidad donde menos se redujo, eso es muy preocupante, y confirma una vez más que necesitamos una profunda reforma fiscal y económica para no quedarnos atrás», aseguró Navarro. La líder de los populares argumentó que no se trata solo de conseguir que los turistas vuelvan a las Islas, «sino de afrontar un ambicioso programa económico y fiscal, corrigiendo de una vez las políticas activas de empleo para que tengan efecto directo en la contratación, licitando con rapidez la obra pública, con las ayudas prometidas llegando a las empresas y a los autónomos con urgencia, y bajando cuanto antes los impuestos en Canarias, para potenciar el consumo interno y mejorar nuestra competitividad como destino turístico frente al mercado nacional e internacional». Navarro calificó como «muy revelador» el hecho de que Baleares haya sido la Comunidad Autónoma donde más cayó el paro en mayo, por encima del 8%, mientras que Canarias ha sido la región donde menos se redujo, solo un 1,8%. «Mientras el empleo se recupera en todo el país, en Canarias seguimos teniendo 70.000 parados más que antes de la pandemia y 41.000 afiliados menos a la Seguridad Social, sin contar los que permanecen en ERTE, y eso demuestra que nos estamos quedando rezagados», agregó la dirigente del PP.