La empresa canaria JSP (José Sánchez Peñate SA) ya tiene comprador. El grupo inversor español Hiperion ha llegado a un acuerdo con la familia Sánchez –José Sánchez Rodríguez es el máximo accionista– para tomar el control por una cantidad que no ha trascendido, pero superior en cualquier caso a los 50 millones de euros que se acumulaban en el pasivo de la empresa. Para la concreción del traspaso de poder, ambas partes se han dado 25 días.

Hiperion llegó al final del proceso en pugna con el fondo alemán Quantum, de perfil marcadamente industrial. Los germanos con sede en Múnich arrojaron finalmente la toalla tras estudiar la operación de manera detallada. Incluso llegaron a visitar los centros de producción de la compañía en Gran Canaria, Tenerife y Madrid. Sin embargo, sus asesores les hicieron ver la imposibilidad de rentabilizar la operación en el plazo pretendido.

Los directivos de Hiperion, por su parte, se declaran en su página web «pioneros en inversiones de reestructuración». Precisamente lo que requiere JSP, que fue acumulando deuda desde la crisis anterior y nunca pudo sacar el apalancamiento de la zona peligrosa. Ni siquiera lo consiguió a pesar de que los acreedores aceptaron la reestructuración de la deuda.

La estrategia de Hiperion pasa por entrar a largo plazo en la gestión de las compañías que adquiere. «Invertimos en empresas que se enfrentan a importantes desafíos debido al entorno económico o a alguna situación extraordinaria de carácter estratégico, operativo, financiero o accionarial, pero que cuentan con ventajas competitivas sostenibles, con posiciones de liderazgo en sus mercados, tecnologías probadas, productos o servicios únicos y propietarios o marcas reconocidas», sostienen los nuevos propietarios.

El fondo declara tener «un enfoque multisectorial» aunque su experiencia esta volcada hacia el sector turístico, «específicamente en el ámbito hotelero». Controla el principal grupo hotelero de Ibiza, Playasol, que suma más de 4.100 habitaciones y 35 establecimientos en Baleares.

«El acuerdo está basado en poner en valor la empresa y relanzar la misma como marca de referencia canaria», reza el comunicado emitido ayer por JSP para disipar dudas sobre la continuidad de la empresa. Esa es la principal preocupación de la plantilla, que integran unos 450 trabajadores. «No los conocemos, nadie nos ha informado del proceso hasta esta tarde [por ayer] y esperamos que nos convoquen lo antes posible», explicó el presidente del comité de empresa, Ángel Yanes.

Este mes, los empleados no han cobrado «sino una cuarta parte» de sus salarios, continuó el representante de los trabajadores. El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) conminó al principio de este año a la empresa a abonar a los empleados todos los impagos acumulados desde 2019 por la prolongación unilateral de un descuelgue del convenio que solo se aceptó para 2018.

La deuda salarial supera el millón de euros. «Ya prescribió todo lo que dejamos de cobrar desde 2012 para salvar a la empresa», expuso Yanes, que calificó al colectivo de los trabajadores «como el mejor banco del mundo. Somos los primeros interesados en que JSP siga adelante».

«Es el momento de agradecer a los empleados, proveedores, clientes, entidades financieras, Gobierno de Canarias y organizaciones políticas el apoyo mostrado en todo el complejo y difícil proceso, resaltando el apoyo popular que en las redes sociales se manifestó con mensajes de apoyo a nuestra marca canaria», reflejó el comunicado emitido ayer por la empresa para dar cuenta de la llegada de Hiperion.

El pasado 3 de marzo JSP presentó preconcurso voluntario de acreedores. Tras cierta tensión inicial, las entidades financieras acreedoras aceptaron sentarse a negociar la deuda conjunta de cerca de 40 millones. Fue el primer gran obstáculo salvado de cara a la pervivencia de la compañía. Las normas aprobadas para paliar los efectos económicos de la pandemia daban hasta final de año para evitar la entrada en concurso.