El 1 de junio se pondrá en marcha una nueva factura de la luz en España que hará que el recibo dependa en mayor medida de la hora del día a la que los usuarios realizan el consumo. Es decir, será mucho más barato poner una lavadora un fin de semana que hacerlo un lunes a las once de la mañana.

El objetivo no es reducir el precio de la electricidad que pagan los consumidores, sino evitar tensionar la red trasladando parte del consumo de las horas con más demanda a las horas con menos. Y, para ello, se ha diseñado un nuevo mecanismo para dar una señal de precios al usuario con el fin de que su consumo sea más eficiente.

¿La nueva factura afecta a todos los consumidores?

Esta reforma se produce tras un cambio en la metodología de cálculo de los peajes (coste de la red de transporte y distribución) y los cargos (coste de las primas a las renovables, extrapeninsulares y déficit acumulado del sistema eléctrico) que los usuarios pagan en el recibo de la luz junto al precio de la electricidad, los impuestos y el alquiler del contador. Y afecta a todos los suministros, aunque quienes lo apreciarán directamente en su recibo serán los 10,7 millones de hogares acogidos en España al mercado regulado (precio voluntario para el pequeño consumidor, PVPC) – 456.000 de los más de 1,2 millones de titulares de un contador en el Archipiélago–, que dependiendo de la hora que consuman tendrán un precio distinto. En Canarias

Los 16 millones de hogares restantes que están en el mercado libre, en el que los consumidores tienen un precio acordado con su comercializadora, la compañía puede que no les traslade dicho cambio, según fuentes del Gobierno. «Lo que les aconsejamos es que revisen su factura, términos y condiciones, miren qué término fijo o variable le repercute la comercializadora en su mercado y comparen cuánto pagaría en PVPC », indican desde el Gobierno.

¿Que persigue el Gobierno con esta estructura tarifaria?

Pretende incentivar el traslado del consumo eléctrico desde las horas de máxima demanda eléctrica (horas punta) a otras en las que las redes de transporte y distribución se encuentran menos saturadas (horas valle), lo que reducirá la necesidad de llevar a cabo nuevas inversiones en dichas infraestructuras que encarecen finalmente la factura.

¿Y hay cambios en la potencia contratada?

Con el sistema actual, el usuario tiene una única potencia contratada (2.3 kW, 3.45 kW, 4.5 kW, 5.75 kW. 6.9 kW, 8.05 kW...) y si se supera saltan los plomos.

Con el nuevo modelo el usuario podrá tener dos potencias distintas, una para el periodo de más demanda y otra para las horas valle. La potencia determina el número de aparatos eléctricos que pueden utilizarse al mismo tiempo en un punto de suministro y se mide en kilovatios. Tener dos sirve, por ejemplo, para aquellos consumidores que cuentan con un coche eléctrico y quieren cargarlo en su domicilio, pues podrán beneficiarse si contratan una potencia superior por la noche y el fin de semana y mantienen su potencia habitual el resto del día, así evitarán pagar el sobrecoste de esa potencia extra. Si el consumidor no solicita este cambio, se le mantendrá la misma potencia que tiene actualmente en ambos periodos.

¿Cómo es el precio del consumo por hora?

Todos los consumidores regulados, sin excepción, tendrán discriminación de precios (punta, llano y valle) en tres periodos.

El periodo punta, en el que el coste de los peajes y los cargos será más alto, estará comprendido entre las 10.00 y las 14.00 horas y las 18.00 y las 22.00 horas. El tramo llano, con un coste intermedio, se situará entre las 8.00 y las 10.00 horas, las 14.00 y las 18.00 horas, y las 22.00 y medianoche. Por último, la tarifa valle, la más barata, se ubicará entre medianoche y las 8.00 horas y se aplicará durante todo el fin de semana y los festivos.

¿Se notará la diferencia?

«Consumir en hora punta será 2,5 veces más caro que en tramo valle, y en llano, 1,7 veces más caro que en valle», explica Mario Berná, socio de la consultora especializada en energía Ingebau. «Hay mucha diferencia entre las horas caras y las horas baratas», añade.

Según el Gobierno, el precio de la factura no variará para los consumidores a partir del 1 de junio, ni para bien ni para mal, y solo beneficiará a la larga a quienes sean capaces de trasladar su consumo energético a las horas valle. Sin embargo, según Ingebau, el cambio se puede traducir en que un consumidor medio verá reducido su recibo en 1,3 euros al mes de media, pero quienes hoy tienen discriminación horaria (1,2 millones de hogares), es decir, ya realizan una gestión eficiente de su consumo, tendrán sin embargo una factura 5 euros de media más cara al mes.

Y cómo será físicamente la nueva factura?

Además de los componentes del recibo, el diseño de la factura mensual en el mercado regulado introducirá también a partir de junio algunas diferencias. Se limitará a solo dos páginas e incluirá alguna novedad como la compensación por verter energía a la red para quienes tengan autoconsumo en su hogar.

Además, incorporará un código QR que redirigirá a los usuarios directamente al comparador de tarifas de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para que, sin tener que introducir ningún dato, puedan hacer una comparación de su gasto.