La compraventa de viviendas ha experimentado en Canarias en el arranque del año la mayor caída de la historia. Y también la mayor contracción del país. Ninguna otra comunidad autónoma ha sufrido en el inicio de 2021, el Año II de la pandemia, un desplome ni siquiera próximo al que ha soportado el mercado inmobiliario insular. Un deterioro que refuerza las previsiones de la Asociación Profesional de Expertos Inmobiliarios, la APEI, donde vaticinan “un año muy duro” por delante. No tanto por falta de interés –la gente quiere comprar casa– como por la imposibilidad de hacerlo o el miedo a dar el paso en medio de la crisis del coronavirus.

Aunque el sector daba por descontado que los primeros datos del año iban a ser negativos, no se esperaba una caída tan grande. La compraventa de viviendas se redujo en enero en el Archipiélago un 52,2% en relación con el mismo mes de 2020. Hasta ayer, el peor comienzo de ejercicio desde que existen datos oficiales era el de 2012, en plena crisis inmobiliaria y financiera. Entonces las transacciones de casas se aminoraron en las Islas un 43%, un auténtico desplome que, con todo, es casi diez puntos inferior al experimentado en el arranque de este año. Las cifras en Canarias no tienen parangón con las de ninguna otra comunidad.

Murcia es, tras el Archipiélago, la segunda autonomía donde más se contrajo el mercado de la vivienda en el primer mes de 2021, pero solamente un 30,4%, veinte puntos menos que en las Islas. Ni siquiera en Baleares, que es junto con Canarias la región española más castigada por la pandemia y donde la caída es de un 28,5%, se ha producido un deterioro de tal magnitud. Es más, la compraventa de casas cayó en el conjunto del Estado un 15,4%, casi 40 puntos menos que en el Archipiélago. ¿A qué obedece esa enorme diferencia? A que ningún otro punto del país está sufriendo el cero turístico y la ralentización de la economía con tanta intensidad como las Islas.

El delegado de la APEI en Canarias, Isidro Martín, explica que muchas operaciones se han frenado por la nueva situación laboral de los potenciales compradores. Hay 85.000 asalariados isleños en la incertidumbre de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y el paro se ha disparado hasta alcanzar a 284.000 trabajadores. Y son varias decenas de miles más quienes viven sin que su continuidad en la empresa esté garantizada en las actuales circunstancias. En esta coyuntura, los planes de comprar una vivienda se posponen hasta tiempos mejores. “Todavía quedan meses de bajadas por delante; el año va a ser duro”, expone el representante de la asociación profesional, que puntualiza que el interés por comprar casa sigue intacto, solo que la imposibilidad de hacerlo de unos y el miedo de otros ante la crisis disminuye las operaciones. “Los ERTE, los ERE, los despidos... Se sigue vendiendo, pero en menor cuantía”, subraya Martín.

El delegado de la APEI confía en que el sector esté recuperado hacia mediados del próximo año –“quiero ser optimista”, apuntó– pero da por perdida la temporada de verano también en el ámbito inmobiliario. Martín espera que las ventas de los grandes tenedores o propietarios, “que empiezan a escuchar ofertas”, animen el negocio en 2021 ante la atonía de la demanda local.