El Estado no ha concretado un rescate específico para el sector turístico de Canarias y nada parece indicar que vaya a hacerlo en el futuro. A pesar de que la ministra de Turismo, Reyes Maroto, anunció en julio de 2020 durante una visita a las Islas que activaría un plan de inversión propio para la industria turística del Archipiélago, lo cierto es que ocho meses después nada se sabe de él. Una situación que llevó a la consejera de Turismo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias, Yaiza Castilla, a admitir ayer que este plan no ha llegado nunca a concretarse, a pesar de que aseguró que el Ejecutivo regional sigue siendo exigente con el Gobierno de Pedro Sánchez y continúa reclamando “ayudas directas y un plan específico para el turismo en Canarias”, ya que es consciente de la “grave fractura” que atraviesa la principal industria del Archipiélago.

Aun así, Castilla manifestó durante una comisión en el Parlamento de Canarias que el plan de rescate estatal de 11.000 millones de euros para paliar las consecuencias de la crisis en las empresas de los sectores más afectados en toda España es una “gran noticia” y esperó que “se haga realidad y llegue lo antes posible”. Asimismo, insistió en que confía en que esta cifra “tenga una aplicación considerable en Canarias” y que el reparto esté en consonancia “con el peso que el sector turístico tiene en el PIB”. Sin embargo, también quiso puntualizar que todavía desconocen cuál será el calendario o el formato de estas ayudas y cómo estarán estructuradas, ya que mientras en algunos casos se ha apuntado a ayudas directas para estos sectores, “en otros a quitas para empresas que han recibido créditos ICO y a fondos de recapitalización de pymes”.

Castilla añadió que a través de la Secretaría de Estado de Turismo sí se han establecido mecanismos para favorecer al sector en el Archipiélago, como una estrategia de resiliencia dotada con 100 millones de euros, de los que solo se han consignado 20 en el presupuesto para 2021.

Además, mantuvo que su Consejería tiene previsto destinar este año más de 12 millones a convocatorias específicas para reactivar la actividad económica de los sectores productivos del turismo, la industria y el comercio. No quiso olvidarse del plan extraordinario de ayudas del Gobierno de Canarias, que incluye 400 millones entre ayudas y aplazamientos fiscales para las pymes y autónomos de los sectores más castigados. Castilla aseguró que se trata de “la mayor iniciativa de apoyo de la historia de la comunidad autónoma”, pero también admitió que este paquete de medidas tiene carácter “paliativo” ya que las pérdidas y el daño al tejido productivo que ha generado la crisis del coronavirus son difíciles de abordar. “Somos realistas, las necesidades de las empresas son muy importantes y esperamos que este plan ayude de forma significativa, pero no acabarán con todas las dificultades”, admitió la consejera.

La imposibilidad de abordar con los 85 millones de euros aprobados por el Gobierno de Canarias el pasado lunes –a los que se unirán 80 millones del pago del IBI de alojamientos hoteleros del que se hará cargo la comunidad autónoma– las pérdidas del tejido económico del sector turístico queda patente en cuanto se echa un vistazo a los datos.

La factura que evidencia las pérdidas provocadas por la crisis de la Covid alcanza ya los 13.327 millones solo en el sector turístico de Canarias, que no es el único que se ha visto afectado por las restricciones de movilidad provocadas por la pandemia, pero sí uno de los que paralizó por completo su actividad en marzo de 2020 y que ha pesar de haber tratado de reactivarse en varias ocasiones todavía no lo ha conseguido.

Los datos que recopilan tanto la encuesta de movimientos turísticos en fronteras (Frontur) como la encuesta de gasto turístico (Egatur) son demoledores. Las pérdidas acumuladas hasta enero de este año superan los 13.000 millones. De ellos, 12.038 se corresponden con las del primer año de pandemia, pero solo en enero de 2021 se perdieron 1.289 millones de euros de facturación si se compara con los ingresos obtenidos en enero de 2020, el mes en el que se detectó en La Gomera el primer caso positivo de coronavirus en toda España.

La industria ha perdido además 10,3 millones de turistas. Solo en 2020, dejaron de viajar a Canarias 9,3 millones de personas, mientras que en enero se perdieron más de un millón de visitantes. En el primer mes del segundo año de pandemia, en plena temporada alta, apenas pasaron sus vacaciones en las Islas 86.000 personas, cuando un año antes la cifra ascendió a 1,1 millones. Las pérdidas en toda España alcanzan los 76.600 millones y los 68,9 millones de turistas menos.