La agencia de calificación crediticia Moody's ha rebajado en un peldaño la calificación de la deuda soberana a largo plazo del Reino Unido, que pasa desde Aa2 con perspectiva negativa a situarse en Aa3 con perspectiva estable como consecuencia del deterioro de la economía del país, agravado por la decisión de salir de la UE y la incapacidad de Londres para alcanzar un acuerdo comercial con sus antiguos socios.

La calificadora alude al debilitamiento mayor de lo previsto de la economía desde que degradó su nota a Aa2 en 2017, advirtiendo de que "el crecimiento ha sido significativamente más débil de lo esperado y es probable que siga siéndolo".

La agencia apunta que las dinámicas estructurales negativas a largo plazo se han visto exacerbadas por la decisión de abandonar la UE y por "la posterior incapacidad del Reino Unido para llegar a un acuerdo comercial con la UE".