El mensaje emitido el pasado viernes por el Gobierno alemán desaconsejando a sus ciudadanos viajar a España de vacaciones -con la única salvedad de Canarias- tuvo ayer su reflejo en la bolsa con el hundimiento de las empresas turísticas españolas. Y estas, a su vez, arrastraron al Ibex a una primera sesión de la semana en pérdidas. A las firmas hoteleras y de aerolíneas se sumó el sector bancario, que también acumuló cifras en rojo, y todo ello contribuyó a que el parqué español retrocediera el 0,91%.

El Consejo Mundial de Viajes y Turismo calcula que el impacto de la pandemia sobre el turismo español -con el cero turístico a lo que la mismo obligó al sector entre marzo y mayo, primero, y los rebrotes ahora- es ya de 83.600 millones de euros y podría alcanzar los 134.000 millones de euros a final de año en el peor escenario.

Y es que las nuevas condiciones impuestas para los ciudadanos alemanes se suman a las ya anunciadas por el Gobierno británico, primer mercado turístico de España y que impuso a finales de julio cuarentena obligatoria para los ciudadanos que regresen de nuestro país.